Oscar Rodríguez
La Arquidiócesis de Oaxaca, convocó a una jornada santa de desagravio, ante el robo sacrílego reportado en el templo de Santa Maria Atzompa, donde fueron sustraídas las joyas de la virgen de “La Asunción”, que estaban labradas y chapadas en oro y plata.
De acuerdo con autoridades estatales, sujetos desconocidos penetraron hasta el interior de la parroquia, donde lograron sustraer las piezas sagradas.
El arzobispo José Luis Chavéz Botello, lanzó un llamado a toda la grey católica -los Sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos-; para que se sumen a una jornada de desagravio en la totalidad de los templos oaxaqueño, donde se desarrollará una hora de oración para exigir la devolución de los objetos robados.
Afirmó que lo cometido representan una acción abominable, “si bien la justicia humana se encargará de investigar y en su caso castigar este delito, la justicia divina los alcanzará tarde o temprano”.
En los últimos 8 años se han reportado por lo menos 200 robos de arte sacro y sacrílego y donde no hay responsables, “pernea la impunidad” denunció el Presidente de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz del Arzobispado oaxaqueño Wilfrido Mayren Peláez.
El sacerdote criticó la lentitud con que se han realizado las investigaciones judiciales, dejando notar como grave el clima de inseguridad que viven las iglesias oaxaqueñas.
Mayrén Peláez invito a los sacerdotes y fieles católicos a promover una cultura de prevención del delito, para evitar más atentados en contra de las iglesias.
Dijo que más que fiscalías se requiere de voluntad y decisión política de las autoridades para lograr el esclarecimiento de los hurtos y la captura de los responsables.
En su opinión los robos sacrílegos tienen como propósito distraer a la Iglesia Católica oaxaqueña de su preocupación por los graves problemas políticos, económicos y sociales que vive el pueblo de Oaxaca.
En respuesta el Secretario de Seguridad Pública del estado, Jorge Ruiz, dijo que se giró instrucciones para coordinar esfuerzos con las autoridades municipales, para disuadir la presencia delictiva en las zonas aledañas a los centros religiosos, particularmente los que se ubican en la zona metropolitana.
El mando afirmó que la presencia policial en el interior de los templos será discreta durante y después de las homilías, en especial, aquellos en se concentra una gran cantidad de feligreses y/o turismo.
Afirmó que simultáneamente, con las policías municipales se coordinan esfuerzos para el redoble de los recorridos de seguridad y vigilancia. Esto en tanto, las investigaciones iniciadas por casos registrados con anterioridad, siguen su curso.
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