Hiram MORENO
A pesar de que la invitación se hizo pública en medios de comunicación impresos y redes sociales para que el pueblo asistiera a la celebración del centenario de haber sido designado el puerto como capital provisional del estado, el pueblo simplemente decidió no asistir a la celebración e incluso, el magno desfile de los integrantes de la marina y ejército, estuvo desangelado por el rechazo ciudadano hacia una autoridad municipal que cada día tiene menos aceptación por la antipatía que genera la presidenta municipal.
El cierre parcial inesperado, para los automovilistas y taxistas de las principales calles del centro sin previo aviso desde las cinco de la mañana, el retiro arbitrario de algunos vehículos con grúas y la exagerada encomienda de los policías municipales de impedir, hasta en lugares donde no estorbaban el desarrollo del desfile, del estacionamiento de vehículos y la militarización del centro de la ciudad por personal de la SEMAR y SEDENA, fue más el sello de un gobierno carente de apoyo popular, que quiso demostrar un musculo inexistente con los elementos castrenses que vinieron a desfilar.
Las imágenes son claras y demuestran que además de empleados y algunos invitados especiales, solo asistieron algunos alumnos de un par de escuelas y pocos, muy pocos ciudadanos del lugar.
“La antipatía de la presidenta hizo que desluciera el evento”, externó un funcionario que resumió la situación actual, misma que se reflejó en las desangeladas fiestas de mayo, donde Espinoza Paz, por un millón 800 mil pesos, le lleno la plaza cívica a las autoridades municipales.
Debería haber anunciado el gobierno municipal la presentación de un artista de esa envergadura para haber hecho relucir los festejos, ahora abra que esperar otros cien años más.
Para el 15 de septiembre se recomienda, contratar a Alejandro Fernández o algún artista similar y hacer de ese evento patrio, una verdadera fiesta cívica y no algo como el frio festejo de ayer.
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