La mariguana (proveniente de cannabis), de origen asiático, es una droga que se consume en tres formas principales: resina, hachís, y hierba la más común en Oaxaca, contiene más de 60 compuestos químicos y altera la función mental por el THC (delta 9 tetra-hidro-cannabinol), sustancia psicoactiva.
En entrevista el coordinador estatal del programa de Adicciones, perteneciente a los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Pablo Espinosa Osorio, informó que de acuerdo a las consultas otorgadas por los Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA), ésta es la segunda sustancia tóxica más utilizada, después del alcohol.
Explicó que los efectos en el organismo son muy variables entre personas y dependen de la dosis, la cantidad de THC, la forma de administración, la personalidad, expectativas, experiencias previas y el contexto en el que se consume.
Entre los crónicos destacó que en el sistema cardiovascular se incrementa la frecuencia cardiaca, la presión sanguínea, disminuye la tolerancia al esfuerzo y dilata los vasos sanguíneos, en tanto en el sistema respiratorio presenta tos e irritación, entre otros.
Resaltó que el abuso de mariguana fumada se asocia a bronquitis y enfisema pulmonar, en ciertos casos hasta asma bronquial, y el riesgo de padecer cáncer de pulmón puede llegar a ser casi seis veces más alto que en aquellos que no la consumen.
Ante este panorama, urgió a padres de familia a poner atención en la identificación de hábitos de consumo: cambios físicos (dilatación de pupilas o enrojecimiento de los ojos, fatiga o hiperactividad, catarro, temblores y crisis nerviosas, lenguaje desarticulado, falta de coordinación y desequilibrio al caminar e incapacidad para recordar hechos recientes).
Cambios emocionales y de comportamiento (simpleza –reír fácilmente sin motivo–, cambios repentinos de humor, irritabilidad, susceptibilidad, euforia sin causa aparente, uso excesivo de desodorantes, perfumes o velas aromatizantes, uso de gotas para los ojos o lentes oscuros en lugares cerrados, presencia de hojas de papel arroz, pipas o boquillas.
Asimismo solicitó orientar a niños y adolescentes sobre las consecuencias por el uso de sustancias tóxicas, acercarse, platicar y mantener una estrecha relación a fin de prevenir cualquier o detectar en tiempo, cualquier consumo de drogas.
Espinosa Osorio agregó que en la entidad se ubican siete CAPA (Santa Cruz Xoxocotlán; Trinidad de Viguera; Huajuapam de León, Puerto Escondido, Pinotepa Nacional; Santo Domingo Tehuantepec y San Juan Bautista Tuxtepec), con horarios de ocho de la mañana a siete de la noche y que otorgan servicios gratuitos especializados en atención psicológica.
Informó que dichas unidades realizaron en el primer trimestre del 2015, dos mil 885 pruebas de tamizaje, 699 consultas de primera vez, 489 adolescentes de 12 a 17 años, que inician tratamiento, 924 consultas subsecuentes, 15 tratamientos concluidos y diez mil 200 beneficiados por la Campaña Nacional de Prevención de Adicciones (CNPA).
Finalmente resaltó que la salud es una responsabilidad compartida, por lo que subrayó a padres o responsables de familia a vigilar a sus hijos y en caso de detectar algún cambio de actitud, prevenir o tratar el problema, por lo que recomendó llamar al 01 800 911 2000, línea en la que les darán los datos sobre la unidad de atención más cercana.
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