“Tú la de candor de flor, ternura virginal, celosa de mi amor, eres cáliz invernal fragancia tropical que calma mi dolor, oye sin celos mi vals, mujer angelical a quien amo yo”, fragmento del vals del autor Margarito M. Guzmán.
Santo Domingo Tehuantepec.-
Conmemorando el centenario de quien dio vida al vals “Celosa, vals que engalana a Tehuantepec, cuna y origen de grandes sones, creada el 22 de mayo de 1916 y estrenada el 15 de agosto del mismo año, el Ayuntamiento Municipal de Santo Domingo Tehuantepec, rindió un merecido homenaje a Don Margarito Mendoza Guzmán, autor del vals que enamora y enorgullece.
Margarito M. Guzmán, nació el 9 de marzo de 1896 en el barrio de Santa María, sus padres Arisendo Mendoza Gutiérrez y Nicanora Guzmán Ramos; estudió música con Miguel Ríos Villalobos, iniciando con el flautín, perteneció a 4 bandas, entre ellas instituyó la Banda Princesa Donaji en el año de 1964.
Don Margarito, no solo creó el vals Celosa, también creó zapateados, marchas, polcas, sones, pasos dobles, danzones, marchas fúnebres y música sacra, sino que también fue maestro de generaciones de músicos que destacaron en la república, como el Maestro Carlos Chiñas Celaya, director de la banda militar de la Ciudad de México, también el Maestros Marciano Pacheco, integrante de la orquesta de Pérez Prado.
El lunes 22 de mayo, nació “Celosa”, en el barrio de Santa María, en la cantina de Catalina Carballo, estando presentes curtidores, campesinos, y otros amigos del lugar, con una flauta y dos guitarras, la interpretaron en su nacimiento, la musa fue “Juana”, el nombre con el que los cronistas la recuerdan sin dar más pormenores, ahí había brotado del corazón enamorado el vals que conquistaría corazones, reconciliaría parejas en una noche de vela, en una mayordomía, o en un balcón pidiendo amores.
Su autor Margarito M. Guzmán, joven músico virtuoso, que también vio nacer “Heliotropo”, preciosa polca que alcanzó altos vuelos; la letra de Celosa, tiene varios autores, de quienes se enamoraron de sus notas, el primero fue Omobono Petriz, quien escribió para guitarra; otra de Ricardo Rodríguez; una más del maestro Carlos Iribarren Sierra, y el último con la que se quedó el maestro Margarito M. Guzmán fue la letra de su primo Leonardo Villalobos Celaya, culto poeta y lingüista tehuano, interpretada por la señorita Elba Cabrera Trinidad con la ejecución de la Banda Princesa Donaji, creada en abril de 1964, letra estrenada en la vela Tehuantepec el 26 de diciembre de 1976.
Durante el homenaje, la profesora Carme Hilda de Dios Tello, encargada del despacho municipal, entregó un reconocimiento al bisnieto de Don Margarito M. Guzmán, Jorge Chicatti Guzmán, además de dar unas palabras agradeciendo por dar a conocer a Tehuantepec alrededor del mundo.
Como invitados especiales estuvieron el licenciado Donovan Rito García, actual diputado local electo, el contador público Vidal Ramírez Pineda, director de la Casa de la Cultura de la Ciudad de Juchitán, Rómulo Jiménez Celaya, cronista de la ciudad, así como el profesor Mario Mecott Francisco, director de Cultura Municipal.
Don Margarito M. Guzmán murió el 11 de noviembre de 1978, pero no murió su música; Celosa, tehuana hermosa de mis 15 barrios, con orgullo celebramos tu centenario, vals que enamora y enorgullece, vals que nunca morirá, gracias Margarito M. Guzmán por tu herencia musical que nos enorgullece a todos.
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