Oscar Rodríguez
En el estado de Oaxaca habrá ayuntamientos, regidos bajo el sistema de usos y costumbres que no acatarán el Horario de Verano; tampoco lo respetarán un total de 13 mil escuelas donde acuden un millón 126 mil alumnos.
Los poblados inconformes,- mismos que congregan a poco más del 70% de la población indígena-, admiten que solo harán respetar el horario de «Dios», mientras los alcaldes solo piden al gobierno un respeto al tiempo que le fue legado por sus ancestros.
Por otro lado, los profesores de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) admiten que su oposición al horario tiene un origen en su lucha histórica contra el estado.
En lo general, en Oaxaca prevalece una rebeldía abierta en contra del horario de verano. Quizá por desconocer los beneficios que ofrece. Sin embargo las oposiciones son diversas.
Es en Santiago Juxtlahuaca, -poblado que se localizado a poco más de 245 kilómetros de la capital oaxaqueña- , pese a que el reloj de la iglesia define y marca las horas, los lugareños rigen su tiempo con la salida del Sol.
“El astro rey salen por el oriente y se oculta por el poniente. Cuando apenas se asoma se escucha el puntual cantar de los gallos, es la hora del trabajo”.
Así lo sostiene Gregorio Santos, un campesino que prepara su arado y rige su jornada laboral en la medida que empieza a hacer calor y se ilumina el día. “Yo no tengo reloj, eso es solo para la gente pudiente”.
En ese sentido el profesor de la escuela primaria Ernesto Santos, expone que en las zonas rurales “No podemos obligar a nadie adelantar sus tiempos, pues el reloj que da el tiempo a los lugareños es el biológico”.
En el lugar, la autoridad municipal-que tuvo que escalar según la norma consuetudinaria, del puesto de Topil hasta llegar a mandar a su pueblo- , defienden que “la postura de su gente no refleja una rebeldía, sino un respeto a sus propios derechos, mismos que no tienen que ver con los que deciden los de arriba, porque nuestra fuerza es la voluntad del pueblo”.
Sin embargo para el subsecretario de gobierno Carlos Santiago, la decisión asumida por un importante número de municipios en contra del Horario de Verano, la mayor parte de ellos localizados en la Sierra Norte refleja solo la plena la autonomía con que cuentan los pueblos indígenas de Oaxaca, mismo que pueden decidir y resolver bajo sus propios cánones, y que pueden desechar como ordenanza del llamado derecho positivo.
“No creemos que Oaxaca asuma una posición de unilateralidad, sino solo hace valer su complementariedad con base en su propia diversidad cultural”.
Sin embargo aseguró se está buscando un acoplamiento a sus resoluciones en la medida de evitar trastornos que lastimen y afecten aún más la gobernabilidad y paz social de la entidad.
En otro municipio donde el horario de verano no existe es en el San Bartolomé Ayautla, un poblado enclavado en la Sierra Mazateca, donde el tiempo lo define la naturaleza.
Muy temprano, antes de amanecer hay una densa niebla que cubre el poblado y los caminos que se despeja cuando el Sol empieza a surgir del horizonte.
Quirino Bravo, un agricultor, admite que la gente sabe cuándo tiene que salir a trabajar al campo, sin importarle tener un reloj en la muñeca, ya que conocen su ambiente,
“Desde mi abuelo, hasta hoy yo entiendo el tiempo por instinto más que manecilla y horarios. Eso del Horario de Verano que se ejerza en la ciudad, aquí manda nuestro tata y nuestras normas”.
Para arribar a san Bartolomé Ayautla hay que avanzar por la intricada Sierra Mazateca, donde se ven pequeñas rancherías, y los niños que van al escuela salen cuando “el sol empieza a subir las veredas”.
Será el próximo 13 de abril cuando regresen a clases más de un millón 300 mil estudiantes de nivel básico que no respetarán el horario de verano como parte de los acuerdos alcanzados por la sección 22 de la CNTE.
Los 81 mil docentes no acatarán el horario de verano en las 13 mil instituciones educativas de la entidad y también poblados que congregan a poco más del 70 por ciento de la población indígena, admiten que solo harán respetar el horario de Dios, y los alcaldes piden al gobierno respeto al tiempo que le fue legado por sus ancestros.
De acuerdo al Presidente Estatal de la Asociación de Padres de Familia, Efraín Morales Sánchez, la rebeldía por no acatar el Horario de Verano inició con la propia CNTE quien en diversas comunidades y municipios ha manipulado las asambleas comunitarias para desechar la medida.
Dijo que las afectaciones son graves porque existe un desajuste, un descontrol de la vida en las comunidades, porque se atrasa desde los servicios públicos, hasta las actividades comerciales.
Reconoció que el abuso en medida se ha generalizado alcanzando algunos municipios cercanos a la capital, donde hay inconformidad de los padres de familia porque en las escuelas no se respetan los tiempos legales.
“No es posible que en un municipio conurbado a la ciudad, los maestros se empecinen en trabajar con el horario de invierno” sentenció.
Dejar una contestacion