A los 13 años Alfredo probó su primer cigarrillo, pero las náuseas y el mareo propios del primer contacto desaparecieron progresivamente con el uso continuo. Hoy en día, a la edad de 30 años forma parte de los más de un millón de oaxaqueños que fuman activamente.
De esos fumadores, el 30 por ciento son menores de edad, así lo informó el jefe de la Unidad de Salud Publica de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Reynaldo Miguel Zavaleta, quien dijo que en México el tabaco es considerado menos dañino que otras drogas, sin embargo, está asociado a todas las variantes de cáncer.
Asimismo incrementa al doble las posibilidades de padecer enfermedades pulmonares, tumores, problemas cardiovasculares, infarto al miocardio, hemorragia cerebral y las probabilidades de usar otro tipo de narcóticos en el futuro.
Explicó que tan solo un cigarrillo contiene cuatro mil sustancias químicas como: Amoníaco (componente de los productos de limpieza), arsénico (veneno contenido en los raticidas), butano (combustible doméstico), cianuro (potencialmente letal), monóxido de carbono (presente en el humo de escape de los coches), de las cuales más de 25 son cancerígenas.
Además de la nicotina, una droga adictiva que produce dependencia física y psicológica; la interrupción del consumo de esta sustancia produce en 24 horas síntomas como cambios de humor, insomnio, irritabilidad, depresión, frustración, mal humor, ansiedad, dificultad de concentración, alteración del ritmo cardiaco y aumento del apetito.
Ante ello, exhortó a los oaxaqueños a evitar el consumo de este producto perjudicial para el organismo, ya que se encuentra relacionado con las 10 principales causas de defunciones en la entidad.
El experto indicó que una vez que se empieza a dejar el tabaco, se reduce el riesgo de desarrollar padecimientos como presión sanguínea alta, problemas circulatorios y disminución en la capacidad de respuesta para el control de enfermedades crónicas.
Expuso que una de las mejores formas de prevenir la adicción entre adolescentes, es el ejemplo familiar, pues en los hogares en los que el cigarro es permitido, las probabilidades de que los menores inicien su consumo aumentan.
En este sentido, destacó que algunas de las estrategias que ha implementado la dependencia son: la certificación de 300 edificios y más de 500 escuelas libres de humo de tabaco, así como el reforzamiento de la vigilancia sanitaria en la aplicación de la Ley de protección a los no fumadores.
Afirmó que durante la administración del titular de los SSO, Germán Tenorio Vasconcelos, se intensifican las actividades preventivas en las unidades de primer nivel de atención, así como en los Centros Nueva Vida, y el Centro de Integración Juvenil (CIJ), dirigida a los jóvenes, con el objetivo de reducir la incidencia de esta adicción.
Finalmente sostuvo que para vivir más años y con una mejor calidad de vida, se deben establecer estilos de vida saludables desde etapas tempranas como: ejercitarse diariamente, consumir agua, reducir el consumo de alcohol y principalmente evitar el cigarro.
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