Hiram MORENO
Salina Cruz, Oax. Agosto 21 de 2012.- El hundimiento de una monoboya de Petróleos Mexicanos (PEMEX) frente a las costas del puerto de Salina Cruz, ha ocasionado el derrame de miles de litros de crudo en el mar, extendiéndose la mancha de hidrocarburo por varios kilómetros entre las comunidades costeras de las Salinas del Márquez, playa Brasil, Playa Azul, Chipehua y playa la escondida, en cuyas playas empiezan aparecer, además de manchas del hidrocarburo, tortugas y gaviotas muertas por la contaminación ocasionada.
El hundimiento de la mono boya ocurrió el día once de Agosto y PEMEX emitió un comunicado hasta el día 17 donde establece que personal técnico especializado de la terminal marítima de Salina Cruz “controló un derrame de crudo, provocado por el hundimiento de la Monoboya No. 3 que se encuentra fuera de operación desde febrero del año 2008.
Dicha instalación perdió flotabilidad y empezó a sumergirse lenta y parcialmente, manteniéndose parte de los tramos de mangueras flotantes en la superficie.
La pérdida de hermeticidad en los sellos de la unidad múltiple de distribución de la Monoboya provocó que se vertieran aproximadamente mil litros de crudo mezclado con agua, que formaba el parte del producto remanente que se encontraba en la manguera.
El comunicado establece que de inmediato, personal de la terminal marítima procedió a realizar labores de control con cordones oleofílicos y recuperación con material absorbente.
Buzos de la terminal de operaciones marítimas portuarias de Salina Cruz y personal de apoyo de la oficina de Tuxpan de Pemex, llevan a cabo las maniobras de boyarines para reflotación.
PEMEX investiga las causas del hundimiento de la instalación, aunque preliminarmente se atribuye a la fuerte marejada y lo turbio del agua que mantiene restringida la visibilidad, debido a las condiciones meteorológicas que han prevalecido en la región”.
Lo cierto es que este nuevo derrame de petróleo crudo podría convertirse en un desastre ecológico que ya fue denunciado en los medios de comunicación local por autoridades de las comunidades afectadas y representantes de diversas organizaciones como Reynaldo López Calzada, presidente del comité del campamento tortuguero de playa la Escondida, ubicado en la playa de Guelaguichi, agencia municipal del municipio de Tehuantepec.
López Calzada dijo que en ese lugar la comunidad se organizó para proteger cuatro mil 400 huevos de tortuga que están en varios nidos y que se espera empiecen a eclosionar en los primeros días de septiembre, el objetivo dijo es atraer turismo, pero ahora los esfuerzos de esta comunidad de indígenas zapotecas se ve amenazada por la contaminación de sus playas.
Israel Mendoza, pescador de Playa Brasil, agencia municipal de Salina Cruz, dijo estar preocupado por la contaminación ocasionada por PEMEX porque esa comunidad depende directamente de la pesca y del turismo que ahora no concurrirá por la contaminación del mar y de las playas.
Por su parte Cesar Ramírez Salinas, vocero de la asociación de surfistas y salvavidas de Salina Cruz, A.C., demando que PEMEX no solamente contenga y adsorba con equipos especiales el crudo derramado, sino que limpie las playas del lugar, donde el daño ecológico es evidente por la mortandad de tortugas y de gaviotas.
Aleida Serrano Rosado, presidenta de la comisión permanente de ecología del congreso del estado de Oaxaca, exigió que Pemex asuma su responsabilidad de tales hechos e implemente las acciones pertinentes para atender a la brevedad posible los daños provocados en el ambiente marino y así evitar más afectaciones.
La Legisladora del partido del sol azteca exhortó también a las dependencias de los diferentes niveles de gobierno relacionadas con la protección del medio ambiente, a que atiendan esta grave situación.
En tanto Carol Antonio Altamirano, diputado federal electo por el quinto distrito con cabecera en Tehuantepec, demandó a las autoridades federales “no minimizar” la gravedad del desastre ecológico y de la afectación económica.
Lo que hace falta es que se levante un censo inmediato del daño tanto en lo social como en lo ambiental y las autoridades de PEMEX deben responder por esta contaminación. No pueden pedirnos a los istmeños que sólo nos resignemos, pues si ellos causaron el daño, entonces deberán pagar e indemnizar a los afectados.
Por la dimensión de sus instalaciones e inversiones PEMEX puede y debe asumir los costos, “con independencia de que seguramente debe tener un seguro para este tipo de casos”, señaló el diputado electo. Ya después se necesitará información de cuáles serán las medidas y garantías que establecerá PEMEX para que esto nunca vuelva a pasar y cuáles serán las instancias encargadas de verificar que se cumplan esas definiciones, pero en este momento “lo urgente es cuantificar el daño y proceder con urgencia en la atención de la ciudadanía afectada”, concluyó.
Trabajadores de PEMEX que pidieron no reveláramos sus nombres por temor a despidos, aseguraron que la boya hundida entraría en operaciones nuevamente en las próximas semanas al reactivarse un convenio para exportar un millón doscientos mil barriles de crudo al mes y que los altos jefes de la terminal marítima están tratando de minimizar el daño ecológico por el derrame y que podría continuar vertiéndose crudo al mar porque aun no recuperan la boya y la línea sigue descargando el hidrocarburo al no ser taponeada todavía por los buzos que operan en el lugar del hundimiento.
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