AL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DEL PRI
A LA MILITANCIA PRIISTA DE OAXACA
A LA OPINIÓN PÚBLICA.
Es mi deber como ciudadano, y como priista responsable, manifestar mi preocupación por la situación que prevalece en el partido, el PRI, en el que he militado por más de tres décadas, y por el cual he representado a los oaxaqueños en varias ocasiones, ante los Poderes del Estado en Oaxaca y en el ámbito federal.
Como bien lo sabemos, el viernes pasado 2 de noviembre, en pleno Día de los Fieles Difuntos, el CEN del PRI resolvió el cambio de dirigencia en el Comité Directivo Estatal en nuestro estado. Los designados fueron Salvador Sánchez Vásquez, como delegado con funciones de Presidente, y Alejandro Avilés Álvarez como Secretario General del PRI en Oaxaca. Eso me causa profunda preocupación por las razones que expongo a continuación.
1. Me preocupa, y me indigna, el atrevido grado de desaseo e insensibilidad con el que el CEN del PRI llevó a cabo este proceso, porque además de no haber respetado una de las fechas más trascendentales para la cultura y las creencias de los oaxaqueños, decidieron mancillar esa fecha, que aquí se considera como día inhábil, para consumar un albazo que, además de ser innecesario, ofensivo y carente de toda forma política básica, confirma que la dirigencia nacional del PRI desprecia a los priistas del Estado, que reiteradamente exigieron que la dirigencia fuera conformada por oaxaqueños que tuvieran idea clara sobre las necesidades, aspiraciones y retos que tiene el PRI en nuestro estado. Lamentablemente, la respuesta a ese llamado fue, de nuevo, la imposición y este trato de menores de edad, que no nos merecemos.
2. Me preocupa, además, el hecho de que con este albazo se confirma que el CEN del PRI se encuentra por completo despreocupado de los resultados que puedan darse en el proceso electoral del próximo año en Oaxaca. Sólo así puede explicarse que hayan resuelto dar un paso tan temerario como éste, cuando en Oaxaca lo que urge es vigor, talento, capacidad organizativa y, sobre todo, una amplia posibilidad de generación de consensos, para dotar al priismo de la competitividad y cohesión, que urge, ante los deplorables resultados de los últimos dos procesos electorales.
3. Me preocupa que con una nueva dirigencia estatal que arranca con tantos cuestionamientos, y disensos, por parte de casi todas las expresiones priistas de Oaxaca, los asuntos que deben dirimirse a través de la vía política, como la definición de candidaturas y espacios de participación en el quehacer político de nuestro partido, queden sujetos a las reglas del mercado. Esto, que ha sido denunciado y señalado por todos, es inmoral e inadmisible porque todo partido, y más el PRI, ha buscado siempre trascender y aportar en los asuntos de la vida pública, y no resolver problemas económicos o ambiciones de algunos de sus dirigentes o representantes políticos.
4. Todo esto me preocupa, porque el escenario electoral de Oaxaca para el próximo año, es el más adverso de todos. El PRI va a enfrentar una elección de Estado, en la que los partidos que han integrado la coalición que llevó a Gabino Cué a la gubernatura, hoy están arreglándose, negociando, coordinándose y preparándose, desde los salones del Gobierno del Estado. Mientras ellos sí se organizan, los priistas oaxaqueños somos blanco de decisiones indolentes que, tomadas desde la capital del país, nos lastiman y nos confrontan aún más de lo que ya estamos.
5. Me preocupa que en Oaxaca haya dos rutas trazadas: una, la del Presidente Electo Enrique Peña Nieto, que busca los consensos y la toma de las mejores decisiones para bien de todos los mexicanos; y otra, en la que al menos en nuestro estado, busca seguir alimentando sólo intereses particulares y de grupo, sin importar que, por su insistencia y ambiciones, nuestro partido vaya en caída libre en el ánimo de los electores.
Ante todo esto, he recibido invitaciones de la mayoría de los liderazgos más importantes del PRI al interior del Estado, para revisar con detalle la situación que prevalece en nuestro partido, hallar explicaciones coherentes a esta profunda crisis interna, y trazar rutas alternas para evitar la debacle que ya se anuncia para el PRI con este cambio de dirigencia. En próximos días anunciaré fechas e itinerarios, para esos encuentros con la militancia de mi partido, en las ocho regiones del estado.
En suma, pareciera que hay quienes se empeñan en que reinstale el antiguo régimen autoritario, vertical, arrogante y avasallador, contrario a lo que nos indica el mensaje, actitud y comportamiento democrático que ha asumido el presidente Electo Enrique Peña Nieto frente a todas las expresiones políticas de nuestro partido, y del país. Es contradictorio que por un lado se busquen acuerdos y alianzas con la oposición, y por el otro se desoigan las expresiones internas, que debieran ser las prioritarias: las de los militantes del PRI.
Finalmente, manifiesto mis convicciones como priista. Busco lo mejor para mi partido y para mi Estado, y por eso, con la mayor responsabilidad hago públicas mis reflexiones y preocupaciones, y por eso mismo continuaré trabajando sin descanso, desde esta humilde trinchera de militante priista, para que el PRI regrese al triunfo en Oaxaca, pero lo haga de verdad con el respaldo genuino del trabajo, de la honestidad y de la congruencia, y con el voto convencido de la ciudadanía.
Respetuosamente,
Lic. Jorge González Ilescas.
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