“El FAEB debe auditarse, pero el problema de fondo es la injusta distribución de recursos a los estados”: Carol

El Fondo de Aportaciones para la Educación Básica, FAEB debe ser auditado para que no existan dudas sobre su destino, pero la raíz del problema es que desde la reforma fiscal del 2008 muchos estados han enfrentado una caída en los recursos que los está asfixiando, dijo Carol Antonio Altamirano, diputado del PRD, Secretario de la Comisión de Presupuesto e integrante de la Comisión de Hacienda.

Por supuesto que la transparencia debe darse; es innegable que las entidades y la SEP deben aclarar el manejo del fondo, que se usa fundamentalmente para pagar la nómina de los maestros, señaló el diputado federal.

Pero lo fundamental es que el dinero federal se ha distribuido con una fórmula que parte de un supuesto falso: que la meta debe ser uniformar el costo por alumno en todo el país.

Ese criterio es tecnocrático e injusto, pues evidentemente no cuesta lo mismo brindar el servicio educativo en estados urbanizados y con su población concentrada, que en estados con la población dispersa, y con grandes carencias en comunidades de menos de 25 mil habitantes.

El diputado del PRD señaló “desde que entró en vigor la reforma fiscal, el Estado de México y otras 8 entidades fueron beneficiadas por el FAEB, pero quienes perdieron fueron 22 entidades, que a 5 años de la reforma acumulan pérdidas por más de 25 mil millones de pesos, siendo los casos más graves Oaxaca, Guerrero, Veracruz e Hidalgo, que son entidades donde existe un nivel de pobreza alto.

De manera que si no se cambia el criterio de la ley, lo que estamos haciendo es condenar a las entidades con mayor dispersión geográfica, con mayores rezagos y menor calidad de vida a las peores condiciones de financiamiento para el sector educativo, cuando son las que más lo necesitan.

Por eso, señaló el diputado del PRD es urgente revisar la Ley de Coordinación Fiscal para reconocer la heterogeneidad del país, pues existen regiones “ donde las desigualdades se concentran”.

Ese es el punto de arranque para mejorar el sistema fiscal, incluyendo los recursos de FAEB que financian la descentralización educativa, con la finalidad de que sea eficiente y transparente, pero sobre todo, “que sea un sistema justo para asignar de manera racional y equilibrada los recursos del sector educativo”

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