El diputado federal Carol Antonio Altamirano, Secretario de la Comisión de Presupuesto e integrante de la Comisión de Hacienda cuestionó que el gobierno saliente está dejando sin ejercer recursos en ramos sustantivos del presupuesto aprobado para el 2012. “Es cierto que son modificaciones legales, pero no por ello dejan de ser excesivas y discrecionales”.
Realmente no hay justificación para que se haya dejado sin ejercer dinero que tenía destinos específicos en el Decreto de Egresos, señaló el diputado del PRD.
Lo que se evidencia es un desperdicio de los recursos públicos, que no se están priorizando para modificar las condiciones de vida de la población.
Carol Antonio explicó que de acuerdo con los datos del último trimestre del 2012, en el Ramo 8 Agricultura, de los 64,800 millones autorizados se ejercieron sólo 58,705 millones; en el Ramo 9 Comunicaciones y Transportes del monto autorizado por 65,284 millones se ejercieron únicamente 53,185 millones y en el Ramo 38 Ciencia y Tecnología de los 18,578 millones aprobados se han aplicado 15,584 millones de pesos.
No hay explicaciones de por qué razón se hicieron esos recortes y al mismo tiempo se observa que el gasto de la Presidencia o el de Seguridad Pública tienen incrementos importantes, cuando incluso en este último caso se sigue consumiendo el recurso público sin alcanzar resultados.
De esta manera, “no tiene sentido que se estén proyectando incrementos para el siguiente año cuando existen antecedentes de discrecionalidad y modificaciones arbitrarias”.
Por otra parte, señaló el diputado, las estimaciones que ya ha publicado el gobierno estiman un crecimiento general de 3.6 a 3.8 billones de pesos para el siguiente ejercicio, pero sin que exista la certeza de que ese incremento signifique beneficios para la sociedad o se desarrollen inversiones nuevas.” Y ni siquiera de que se respete el destino de los incrementos”.
En esas condiciones de presupuesto inercial y sujeto al capricho de los funcionarios hacendarios, lo que urge, subrayó el diputado, es que el presupuesto del 2013 establezca una meta importante en la reducción del gasto corriente.
La verdad es que antes de pensar en incrementar impuestos que lesionen la economía popular, el gobierno debe explicar las razones de esos movimientos, que han afectado las metas de los programas y al mismo tiempo, tiene que tomar decisiones para dejar de gastar en programas superfluos o sin resultados, para que esos recursos se usen para financiar la inversión en infraestructura y en inversiones productivas, concluyó.
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