El tequio es una forma organizada de trabajo en beneficio colectivo y consiste en que los habitantes de una colonia o comunidad deben aportar materiales o su fuerza de trabajo para realizar una obra y como ejemplo podemos citar una escuela, un pozo, una barda, un camino y hasta una casa.
El tequio tiene su origen en la época colonial como un tributo o impuesto a las comunidades indígenas con un fuerte arraigo en el estado de Oaxaca, donde también es parte del sistema de usos y costumbres que norma la vida comunitaria.
En el Istmo, esta costumbre se conserva solo en pequeñas comunidades o en lugares muy arraigados, perdiéndose poco a poco en municipios importantes; sin embargo, la insistencia para rescatarlo, difundirlo y llevarlo a la práctica por la Diputada Rosa Nidia Villalobos, ha estado tomando el cauce perdido para que hoy en día, los trabajos que se llevan a cabo como resultado de sus gestiones en las diferentes colonias, barrios y agencias, se están realizando por medio de “El Tequio” que ha sido parte fundamental de los avances en esos lugares y que los habitantes han retomado con agrado.
La limpieza de una de las Pilas de la colonia San Pablo Sur, llevada a cabo por integrantes del equipo de trabajo de la diputada y los vecinos del lugar, es muestra evidente de que solo de esa manera se logran objetivos de beneficio común. De igual manera, en los trabajos de rehabilitación de calles, callejones, cunetas y ex planadas de colegios y escuelas realizados por la maquinaria que la diputada ha puesto a deposición de los comités que lo han solicitado, también son muestras evidentes de que las cosas se pueden hacer con el esfuerzo de todos.
El camino por recorrer es largo y las necesidades y carencias, muchas, así es el panorama en nuestra ciudad y puerto; sin embargo, para Rosa Nidia Villalobos, mujer acostumbrada a los retos, al trabajo, a la constancia y capacidad para trabajar con el esfuerzo que sea necesario para lograr las metas, todo será posible.
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