Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, a 29 de abril de 2013
DENUNCIA DE AMENAZAS
Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca
A QUIEN CORRESPONDA:
Saludos fraternos desde el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Mi nombre es Rusvel Rasgado López, periodista de profesión desde hace 8 años. Actualmente soy corresponsal de Televisa y reportero del Periódico El Imparcial de Oaxaca. En este documento le hago de su conocimiento que fui víctima de amenazas por ejercer mi profesión el pasado viernes, en la comunidad de La Mata, agencia de Asunción Ixtaltepec. Aquí le relato los hechos:
Siendo aproximadamente 9:30 de la mañana del viernes 26 de abril de 2013, mi camarógrafo que a la vez, es mi hermano, Pedro Rasgado y yo, nos enteramos de un conflicto por la extracción de material pétreo en un arroyo ubicado entre las comunidades de La Mata, agencia de Asunción Ixtaltepec, Mena Nizanda, perteneciente a Asunción Ixtaltepec y la comunidad de Carrasquedo, agencia de Ciudad Ixtepec. Enseguida partimos a dicha zona en mi vehículo particular, para entrevistar a las partes en conflicto y dar a conocer en los medios de comunicación sus inquietudes. Al llegar al lugar, ingresamos por un camino terracero hasta topar con el lecho de un río, donde efectivamente, se realizaba la extracción de material pétreo. Nos percatamos que unos comuneros del poblado de Carrasquedo, agencia de Ciudad Ixtepec, mantenían retenida una maquinaria con lo que impedían el saqueo del material.
Ingresamos a la zona y para ello, tuvimos que caminar entre varios camiones tipo volteo que habían quedado varados en el lugar ante la protesta de los comuneros. Desde que ingresamos, los camioneros comenzaron a vociferar, -sin acercarse a dialogar con nosotros-, y cuestionarnos el motivo de nuestra presencia en el lugar. Solo les indicamos que entrevistaríamos a los comuneros. Una vez que nos presentamos con los comuneros de Ciudad Ixtepec, el presidente de bienes comunales de la localidad, Juan Luis Arreola Gutiérrez, amablemente nos otorgó la entrevista y tomamos algunas fotografías en el lugar. Sin embargo, una vez que nos disponíamos a salir de la zona, de nueva cuenta teníamos que caminar entre los transportistas. Uno de ellos, salió a nuestro encuentro y de manera enérgica comenzó a cuestionarnos sobre el motivo de nuestra presencia. Le indiqué nuevamente, que solo fuimos a ver el conflicto de límites entre las comunidades y que si él, como transportista quería manifestar algo, que así lo hiciera, pero me respondió que él no daría ninguna entrevista. Ante ello, nos dispusimos a retirarnos del lugar, pero otros transportistas nos rodearon, de forma intimidatoria comenzaron a cuestionarnos quién nos había invitado, además de manifestarnos que ellos no querían que se diera a conocer ante los medios de comunicación lo relacionado a la extracción de la arena y grava del río.
Nos pidieron no fotografiarlos ni grabarlos, les respondimos que no les tomaríamos ni una fotografía si ellos no querían. Sin embargo, insistieron en arrebatarnos nuestras cámaras, una de fotografía y otra de video. Luego de varios minutos de permanecer en el lugar, prácticamente encerrados, arribó al lecho del río un vehículo compacto de donde descendieron otras cuatro personas, uno de ellos tapado el rostro con un paliacate. El primer transportista que nos había salido al paso, le dijo textualmente a sus compañeros que recién habían descendido de su unidad: “¿Y los de televisa que hacen aquí?, aquí los detuve y no voy a dejar que se marchen hasta no ver qué quieren”. Entonces uno de los transportistas se abalanzó contra mí, con intenciones de golpearme, pero fue detenido por otro de sus compañeros. Como la playera que yo vestía ese día, llevaba el logo de televisa y mi nombre impresos, uno de los transportistas sacó un lapicero y escribió mi nombre en una hoja y me dijo “ahora ya sé cómo te llamas y ya sé de dónde eres, si la nota sale publicada en los medios, iremos a buscarte y no la vas a contar, te va a ir muy mal, no sabes de lo que somos capaces”. En ese momento me entró algo de temor, temí por mi integridad y por la de mi hermano, por esas palabras y por la forma enérgica con la que nos hablaban, principalmente porque nos encontrábamos en una zona despoblada. Cada vez eran más insistentes en arrebatarnos nuestro equipo de trabajo y sobre todo, en las amenazas e insultos. Afortunadamente, uno de los camioneros nos reconoció como vecinos de La Ventosa, agencia de Juchitán, y nos ayudó a retirarnos del lugar. Le agradecí el gesto y me subí a mi vehículo, pero al llegar a la comunidad de La Mata, me percaté que la llanta de mi vehículo había sido ponchada, a duras penas pude llegar a La Ventosa, comunidad de donde soy originario y parchar mi llanta.
Como a otros compañeros periodistas les ocurrió lo mismo en ese mismo lugar, horas más tarde en las redes sociales y en diversas páginas de internet se publicaba lo ocurrido. Al día siguiente, en la mayoría de los medios de comunicación de la región del Istmo se publicaban tanto las agresiones contra nosotros, como la denuncia por la extracción del material. Ante el temor de que efectivamente los transportistas fueran a agredirme y cumplieran con su amenaza, o incluso que me fueran a quitar la vida o que a mi familia le hicieran algo, interpuse mi denuncia penal ante la Agencia del Ministerio Público de Juchitán, donde se inició la averiguación previa 594JU/2013.
Por la cercanía de la comunidad donde vivo (La Ventosa) y la población de La Mata, de donde son originarios los transportistas que nos amenazaron, todavía temo que vayan a agredirme, ya que eventualmente acudo a esa localidad o me sirve de paso para ir a otros poblados. Ante ello, hago de su conocimiento lo acontecido para que quede constancia.
Quedo de usted….
Rusvel Rasgado López
Corresponsal en el Istmo de Tehuantepec
971 1195046
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