* La representación de la máxima fiesta de los oaxaqueños en esta población del estado de California, tiene el propósito de recaudar recursos para becas escolares de la comunidad migrante.
Santa Cruz, California.- Más de cuatro mil oaxaqueños radicados en esta comunidad estadounidense disfrutaron y bailaron al ritmo de los sones, jarabes y chilenas, durante la representación de la máxima fiesta de Oaxaca, la Guelaguetza 2013, que se llevó a cabo el pasado 19 de mayo en la Preparatoria Harbor.
Por octava ocasión consecutiva esta festividad cumplió con su objetivo, que es preservar la cultura y tradiciones milenarias del estado, así como apoyar a la comunidad estudiantil migrante con becas escolares, mediante los recursos recabados de las entradas.
En representación del Gobernador del Estado, el titular del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM), Rufino Domínguez Santos asistió a este festejó acompañado de la promotora cultural de la organización “Vive Oaxaca y sus comunidades indígenas”, Fé Silva Robles.
En un ambiente de algarabía, Domínguez Santos sostuvo que los migrantes deben sentirse orgullosos porque han puesto en alto la cultura, la danza, gastronomía y la fiesta que hace única a Oaxaca en todo el mundo.
Refirió que “Vive Oaxaca y sus comunidades indígenas”, es una organización que fue creada debido a las múltiples necesidades de los migrantes. De ahí, que para hacer más fácil la estadía de los paisanos en este país los capacitan y ayudan de diversas maneras en el difícil camino de asimilarse a una nueva cultura.
Al término de la presentación de los bailes de las 8 regiones oaxaqueñas, los asistentes degustaron de la muestra gastronómica que se desarrolló en el centro de Santa Cruz, en donde se exhibieron y probaron diversos platillos típicos del estado, el cual aún mantiene viva sus tradiciones precolombinas.
Así, las famosas tlayudas, los chapulines, el mole en sus variedades: coloradito, negro, verde, chichilo, estofado, amarillo, además de los chiles rellenos, memelas, molotes, caldo de olla, los tamales y las ricas aguas frescas, dejaron sin habla en ese momento a los asistentes, quienes añoraron más estar cerca de la familia.
Durante la realización de los bailes, el grupo que entonó las notas vibrantes de cada una de las regiones del estado fue la “Banda de San José”, integrada por niñas, niños, jóvenes y adultos, algunos nacidos en Estados Unidos y otros más, que llegaron desde muy pequeños a este país en compañía de sus padres.
Dejar una contestacion