Para erradicar la violencia hacia las mujeres, la prevención más que el castigo

•La desigualdad y la discriminación originan la violencia de género

La construcción de la idea sobre la inferioridad de las mujeres a lo largo de los siglos y en las diferentes culturas del mundo, lamentablemente aceptada y permitida hasta nuestros días, fue narrada por la jurista costarricense Alda Facio Montejo en un interesante cuento como parte de la conferencia titulada “La parábola del origen del feminicidio”, ante más de 200 personas este medio día.

Diferentes organizaciones de la sociedad civil y del ámbito académico, además del Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO) organizaron dicho evento en el cual Alda Facio, reconocida feminista experta en género y derechos humanos, conminó al público presente a no centrar la lucha contra la violencia hacia las mujeres, en combatir la impunidad, porque la impunidad dijo, no es la única causa del aumento de violencia.

Durante la sesión de preguntas y respuestas, Alda Facio consideró que parte de la solución institucional ante el delito, cada vez más recurrente, del feminicidio, está en la exigencia de rendición de cuentas por parte del Estado en tres puntos fundamentales: en materia de prevención, en cuanto a reparación de daños y finalmente en garantizar a la sociedad que esos hechos no se repetirán.

En este contexto, también exhortó a los gobiernos a conocer a fondo los planteamientos en materia de igualdad presentados por la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, La CEDAW por sus siglas en inglés, cuyo contenido se ha dejado de lado. Porque dijo “la igualdad se construye, no solo se declara, hay que empezar por reconocer que existe la desigualdad entre mujeres y hombres para poder trabajar en su erradicación”.

Asimismo Facio Montejo, refirió que la violencia contra las mujeres se origina por el desprecio de lo femenino, y ésta subestimación existe desde siempre y en todos lados, como en los medios de comunicación y la publicidad por ejemplo, al crear y fortalecer estereotipos de género.

Meter a la cárcel a los hombres violentos sólo servirá para reforzar la misoginia, señala Facio, sobre todo porque quienes van a prisión generalmente son personas de escasos recursos que no reciben atención psicológica y, cuando quedan libres la probabilidad de que reincidan es muy alta. La sociedad con sus instituciones también debe dar pasos hacia la valorización permanente de las mujeres, de sus cuerpos, con acciones como el uso de un lenguaje no sexista, por ejemplo.

El derecho penal está centrado en castigar y eso no cambia conductas. Pensemos mejor en cambiar paulatinamente la forma de pensar, permitámonos tener más creatividad desde las instituciones y junto con la sociedad civil para actuar frente a este flagelo que hoy padece Oaxaca, el país y todo el mundo, señaló la ponente.

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