*En cuanto a la cifra de muertos, aún se espera «lo peor»: ONU
Nueva York, 11 de noviembre.
El mundo debe «esperar lo peor» cuando se haga el balance final de víctimas provocado por el tifón Haiyan en Filipinas, ya que los muertos podrían ser más de 10 mil, informó hoy la Organización de Naciones Unidas. En tanto, el gobierno filipino declaró el estado de «calamidad» ante la escasez de alimentos y agua potable, mientras continuaban las labores de rescate y de ayuda a los damnificados.
«Las autoridades locales estiman que cerca de 10 mil personas murieron en una sola ciudad», señaló la jefa de las operaciones humanitarias de la ONU, Valerie Amos, al hacer referencia a Tacloban, la ciudad más devastada por el meteoro. Amos es esperada en Manila para coordinar las operaciones de asistencia de la ONU y grupos privados en las zonas afectadas.
John Ging, también funcionario de la ONU, declaró en rueda de prensa que 660 mil personas tuvieron que abandonaron sus hogares debido a la tormenta. «Ciertamente estamos esperando lo peor. Mientras tengamos mayor acceso, veremos que más y más gente murió por este tifón», dijo.
Sin embargo, la cifra oficial sigue muy por debajo de los 10 mil fallecidos que se mencionan. Una fuente no identificada del gobierno dijo a la prensa internacional que había mil 774 muertos tras el restablecimiento de comunicaciones en pueblos remotos. El vocero presidencial, Edwin Lacierda, dijo: «Oremos para que el total de muertos sea inferior a 10 mil».
El presidente filipino Benigno Aquino III declaró el estado de calamidad nacional, y desplegó cientos de soldados en Tacloban para detener la ola de saqueos.
El mandatario afirmó que su gobierno se concentra en los esfuerzos de asistencia en las provincias de Samar y Leyte, que actuaron como «embudos para el oleaje de las inundaciones», y afirmó que su administración apartó más de 400 millones de dólares para la reconstrucción.
Rene Almendras, secretario del Gabinete, indicó en conferencia de prensa que «la situación es mala, la devastación ha sido significativa. En algunos casos la destrucción ha sido total».
La ONU señaló que funcionarios de Tacloban reportaron la existencia de una fosa común que contiene entre 300 y 500 cuerpos.
Camiones con ayuda desde el aeropuerto de Tacloban tienen dificultades para entrar a la ciudad.
En motocicletas, camiones o a pie, la gente colma la carretera hacia al aeropuerto, con el rostro cubierto por el polvo y el hedor de los cadáveres.
Un avión militar estadunidense con suministros de emergencia y un contingente de infantes de marina despegó de Manila con destino a las zonas devastadas, y el gobierno de Barack Obama ordenó enviar el portaviones George Washington y otros buques a participar en las labores de rescate.
Asimismo, 20 países prometieron enviar ayuda, entre ellos Indonesia, Gran Bretaña, Japón, Singapur, Nueva Zelanda y Hungría. El papa Francisco dispuso 150 mil dólares para Filipinas.
En tanto, la depresión tropical Zoraida se acerca al sur del país asiático y amenaza con causar más inundaciones en las zonas ya devastadas por Haiyan. Se espera que la nueva tormenta toque tierra en la isla de Mindanao la noche de este martes.
Haiyan, que ingresó en las primeras horas de hoy en Vietnam, provocó 13 muertos, la mayoría cuando reforzaban los techos de sus casas, y también cobró cuatro vidas en territorio chino, en la sureña provincia de Hainan.
A todo esto, unas cien personas murieron en Somalia por una tormenta que afectó la región norteña de Apuntalad y cientos están desaparecidas, informaron las autoridades locales.
TOMADO DE Periódico La Jornada
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