*La STPS indica que es insuficiente que a partir de 2000 se haya frenado la baja
*Los trabajadores en la informalidad representan 59.1 por ciento
*La creación de empleos registrados en el IMSS, muy por debajo de las exigencias de la población, reconoce
En 36 años el poder adquisitivo del salario mínimo acumuló una pérdida de 72.8 por ciento; es decir, el sueldo tiene ahora sólo una cuarta parte del valor de 1976, advirtió la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
De enero a julio de este año, aquel salario tuvo un avance de 2.6 por ciento, lo cual, sin embargo, no mejora de manera significativa el ingreso del trabajador, con ese nivel de percepciones.
La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos revisa en estos días el aumento que regirá el próximo año.
La STPS subrayó que el reto de este organismo tripartita sigue siendo acrecentar el poder adquisitivo de los salarios mínimos y desvincularlo de la legislación federal vigente, porque ahora este factor recibe el trato sólo de indicador económico.
En el análisis, con base en el cual elaboró su programa sexenal, precisa que si bien el sueldo contuvo su caída desde el año 2000 sigue sin mostrar una clara tendencia de recuperación sostenida.
En el balance, la secretaría responsable de la política laboral advierte acerca de la presión que tendrá México en los próximos años ante el crecimiento de la fuerza laboral; es decir, como nunca se requerirá mayor generación de puestos de trabajo.
A partir de 2003, el producto interno bruto fue, en promedio, de 1.9 por ciento anual, mientras el llamado bono demográfico (incorporación de personas en edad económicamente activa) presionará al mercado laboral.
Antes, explica la dependencia, la migración hacia Estados Unidos era una válvula de escape a este desequilibrio, pero desde 2007 empezó a bajar el nivel del flujo hacia el norte.
La STPS detalla en el amplio documento publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación las causas y consecuencias del alto grado de ocupación informal en el país; según las cifras oficiales, 29.3 millones de trabajadores están en esa condición; es decir, sin protección social para ellos y sus familias.
Los trabajadores que se ubican en la informalidad representan 59.1 por ciento de la población ocupada; la tasa de ocupación parcial y desocupación fue de 11.8, mientras la de desempleo se ubicó en 5 por ciento, explicó.
De igual forma, la creación de trabajos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social durante los 15 últimos años fue de apenas 364 mil en promedio anual, muy por debajo de las exigencias de la población.
Además, la precariedad de los empleos y, en especial, la carencia de personal especializado deriva en una limitada productividad y nivel competitivo.
En cuanto a la seguridad e higiene laboral, informó que el año pasado mil 534 trabajadores perdieron la vida en accidentes vinculados al trabajo; se atendió más de medio millón de riesgos de trabajo (accidentes laborales); más de 4 mil 800 empleados fueron víctimas de padecimientos profesionales, y se perdieron más de 11 millones de días por incapacidad laboral.
El análisis alerta acerca de la sobrecarga de trabajo en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. En 2006 tenía una plantilla de mil 832 empleados para atender 211 mil 528 juicios, mientras actualmente (cierre de 2013), los 2 mil 399 elementos en activo atienden 388 mil 230 juicios. La JFCA reporta 385 mil 5 expedientes en trámite en noviembre de 2012.
TOMADO DE Periódico La Jornada – Sábado 14 de diciembre de 2013, p. 34
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