Oscar Rodríguez
Diputados locales del Congreso Local anunciaron su intención de legislar para crear una reforma al código penal para sancionar como delito grave en el fuero común, a quienes vendan o compren mujeres, incluso se pide que se siente un precedente jurídico llevando a la cárcel al implicado en la venta de la última niña, el abogado Basilio Ramírez para para evitar que sigan cometiéndose este tipo de prácticas y atropello.
El diputado Presidente de la Comisión Permanente de Asuntos Indígenas en Congreso Local, Alejandro Martínez, considero bochornos que se sigan presentando tales situaciones.
“es una situación crítica que debe obligar a las instituciones a tomar medidas para desalentar este tipo de prácticas encubiertas en los usos y costumbres de algunos pueblos indígenas.
Pero es como todo hay costumbres buenas y mala y hay que legislar para suprimir aquellas que son negativas y ofensivas a los derechos humanos de los ciudadanos”.
Dijo que hay trabajar para armonizar en la constitución local el derecho positivo con el consuetudinario, velando por el respeto a los derechos de las mujeres.
Anunció que se buscara reformar la ley indígena para limitar todos los excesos que se cometen en los usos y costumbres y para ello convoco a foros de información y consulta a lado de las comunidades, celebrados en las diferentes lenguas étnicas para hacer entender a los pueblos que ya no se puede seguir su bajando los derecho de los sectores más vulnerables como son los niños, las niñas y las mujeres, que en este caso tiene el derecho a decidir su propio futuro con libertad.
En tanto el defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) Arturo Peimbert Calvo, afirmo que el caso de la venta de la niña triqui, que es un caso paradigmático, ha causado por su manejo en los medios una incidencia pública, donde vemos una disposición de las autoridades para cambiar el rumbo de las leyes, para erradicar este tipo de problemáticas.
“Creemos que lo más importante en este caso es que no haya impunidad y que se castigue a los responsables por la venta de la menor para sentar un precedente de justicia”.
Dijo que se tienen que formular mecanismos urgente de no repetición de este caso, por que se abusó de la pobreza, de la cuestión cultural y de la condición étnica de la familia.
De la misma manera pidió ejercer el más alto castigo contra el comprador, para que nadie más se atreva a comprar una mujer o niña en Oaxaca, por que no se puede generar impunidad por este caso tan bochornoso y lamentable.
En tanto el senador Benjamín Robles, exigió castigo ejemplar a los responsable del presunto caso de trata de persona en contra de una mujer triqui, a quien supuestamente sus padres vendieron en 40 mil pesos a un abogado para saldar una deuda.
“No podemos permitir ni admitir, bajo ninguna circunstancia, que se trate a las mujeres como una mercancía de cambio, por eso estamos exigiendo que se aplique todo el peso de la ley para los presuntos responsables, en caso de que se compruebe la inadmisible venta de esta pobre joven indígena”, asentó el también integrante de la Comisión de Justicia del Senado de la República.
La sanción o pena que se aplique a los responsables de la trata de persona en la región triqui tiene que sentar precedente para empezar a inhibir esta práctica recurrente en esa parte de la entidad, porque nadie tiene derecho a disponer de la vida ni de la voluntad de otra persona y menos ponerle precio, reiteró.
A las autoridades federales y estatales les exigimos que sancionen con todo rigor a quienes por lo menos intenten seguir vendiendo mujeres, argumentando supuestas deudas o tradiciones; y a las dependencias responsables de las políticas de atención a las mujeres que intensifiquen las campañas de educación y concientización sobre el respeto a la dignidad a este importante sector de la sociedad, concluyó el legislador federal.
Para Robles Montoya la venta de una mujer en esas condiciones no tiene ningún tipo de justificación y está muy lejos del presentes tradicionalmente llegan a dar los padres del novio en el momento de formalizar un compromiso matrimonial, y la llamada dote, que muchos padres otorgan a sus hijos al momento de iniciar una nueva familia.
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