Se castigará a culpables del deceso de un estudiante por bullying: SEP

  • Autoridades y maestros del plantel de Ciudad Victoria, primeros en ser indagados, señala
  • En noviembre, programa piloto para prevenir y combatir el acoso escolar, dice Chuayffet

038n1soc-1Rosa Elvira Vargas

Periódico La Jornada
Jueves 22 de mayo de 2014.
El titular de la Secretaría de Educación Pública, Emilio Chuayffet, condenó la muerte por bullying (acoso escolar) del estudiante de secundaria Héctor Alejandro Méndez Ramírez, en Ciudad Victoria, Tamaulipas.

Dijo que, con todo respeto, solicitará a las autoridades educativas de esa entidad un informe pormenorizado de los hechos para derivar las responsabilidades correspondientes.

Además, anunció que a más tardar en noviembre se prondrá en marcha un programa piloto para prevenir y combatir ese fenómeno.

Siempre con la aclaración de no tener calificación académica en esa materia, tampoco descartó alguna probable asociación entre el bullying y el incremento reciente en los casos de suicidio adolescente. “No soy especialista en sicología infantil o de los adolescentes, (pero) creo que es un hecho real y que puede tener una línea paralela’’, señaló.

Sobre el caso de Héctor Alejandro, quien falleció la mañana del martes a consecuencia del traumatismo craneoencefálico ocasionado cuando sus compañeros lo tomaron de las extremidades, lo columpiaron y arrojaron varias veces contra una pared, Chuayffet lamentó “el hecho de que se pierda una vida humana en términos rasos y sencillos de violencia, irracionalidad e intolerancia’’.

Como resultado de la investigación, dijo, se fincarán responsabilidades. “Hay varios elementos que deben analizarse en el caso del bullying; en primer lugar está el de la autoridad educativa en el plantel, así como el de los maestros, que deben estar siempre atentos a la relación interpersonal entre los alumnos, y el caso de cada estudiante que pueda tener problemas en el hogar que le resten autoestima, que le hagan ser temeroso para denunciar el maltrato’’.

Hogar, escuela y relaciones interpersonales

Entrevistado en Los Pinos al concluir la ceremonia donde se conmemoró el Día del Politécnico, el titular de la SEP insistió: “son muchos los elementos de carácter personal, interpersonal y colectivo que afectan a quienes son víctimas de este maltrato’’.

El programa experimental a lanzarse en el otoño, añadió, se enfocará en tres partes fundamentales: el hogar, la escuela y la relación interpersonal de los alumnos, y los trayectos y lugares donde tenga que convivir.

Asimismo, defendió la actitud de miles de maestros que están pendientes de intervenir ante este tipo de situaciones, y por lo mismo no se aventuró a calificar la conducta de los docentes del plantel donde fue agredido Héctor Alejandro. De ahí, dijo, la importancia de la investigación con las autoridades tamaulipecas “para tener elementos y, en su caso, actuar; que se haga justicia y se castigue ejemplarmente a los responsables’’.

Dijo también no disponer de una estadística puntual sobre el incremento del acoso escolar, pues desde la descentralización educativa, en 1992, la SEP ya no recibe información de la escuela básica de los estados.

El Senado mantiene en la congeladora una minuta enviada por la Cámara de Diputados, cuyo dictamen aprobado en San Lázaro hace más de un año contiene una serie de ordenamientos legales para prevenir y sancionar el acoso y la violencia en las escuelas.

Ésta, explicaron diputados del PRD, es una de las 150 minutas que los senadores tienen detenidas y que facilitan que este fenómeno continúe reproduciéndose y escalando, con el consecuente alto riesgo físico y mental para millones de menores.

No obstante, los legisladores Miguel Alonso Raya y Roberto López Suárez, del partido del sol azteca, señalaron a la SEP y a los institutos educativos de los estados como responsables por las escasas y ridículas acciones emprendidas por medio de folletines para evitar la violencia entre los menores.

El vicecoordinador de los perredistas en la Cámara de Diputados, Miguel Alonso Raya, consideró ominoso que al reproducirse el acoso, la violencia y la discriminación escolar, la SEP omita su responsabilidad y no actúe con la fuerza que los ciudadanos esperan de sus instituciones; hasta ahora este fenómeno que manifiesta un desorden social no se ha considerado como un gran problema nacional. Es grave para la convivencia social que haya iniciado la numeralia de tragedias.

(Con información de Enrique Méndez y Roberto Garduño)

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