- Visitantes de México y el mundo consideran a Oaxaca un destino mágico e imperdible.
Centenares de turistas pasean ya por las calles de la “Verde Antequera”, cuyo Centro Histórico fue declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987; los paseantes recorren los edificios labrados en cantera verde, monumentos coloniales, museos, centros culturales y templos.
Originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, Roberto Medina Ortega, declaró que durante tres ha recorrido las calles de la ciudad, “lo que más he disfrutado es de la seguridad y la tranquilidad que se respira por doquier. Es un destino imperdible”, sostuvo.
Agregó que esta es la segunda ocasión que visita la entidad junto a su esposa, y ha recorrido diversos sitios de gran interés cultural e histórico “Visitamos Monte Albán, Mitla y Hierve el Agua, Oaxaca nos encanta, la gente es muy sencilla, agradable y muy hospitalaria. Realmente recomiendo a todas las personas a que vacacionen en esta entidad”.
La intensa manifestación de expresiones dancísticas, artesanales y gastronómicas que definen el rostro cultural de las ocho regiones del estado, también sorprendieron a Suelen Ramos, originaria de Brasil.
“Es mi primera visita a México y no podía dejar de visitar Oaxaca, que es poseedora de una enorme belleza, colorido, exquisita gastronomía y vasta cultura. Si vienen a México tienen que visitar Oaxaca; es una ciudad de muchísima historia y cultura. Se respira un ambiente agradable”, expresó.
Por la vasta riqueza cultural con que cuenta Oaxaca y por ser uno de los diez destinos preferidos por el turismo nacional e internacional, Eduardo Ferrer, viajó desde España en busca de nuevas aventuras: “Decidí prolongar mi viaje programado para cuatro días, ya que la Ciudad de Oaxaca me dejó maravillado. La cultura, las artesanías y el ecoturismo en la Sierra Norte, son recuerdos gratos que me han llenado de vida”, cuenta.
Además, la gastronomía, el olor a carne asada que se respira en los mercados y en las calles por las noches –expresa- es muy interesante, “Estoy muy a gusto aquí y decidí prolongar mi estancia”.
En julio, mes de la Guelaguetza, quienes visiten la entidad oaxaqueña podrán deleitar sus cinco sentidos con la armonía de la música que vibra en sus calles, los colores de la calenda y los convites, los paisajes únicos, el sabor de su comida, la fineza de sus textiles pero sobretodo con la amabilidad de las y los oaxaqueños.
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