BAJA PRESIÓN EN EL PACÍFICO PRESENTA ELEVADA PROBABILIDAD DE EVOLUCIONAR A DEPRESIÓN TROPICAL EN LAS PRÓXIMAS HORAS

• Generará lluvias intensas en regiones de Guerrero y Oaxaca, y fuertes en porciones del centro y sur del territorio nacional.
• Se exhorta a la población a mantenerse informada de los avisos que emiten El Servicio Meteorológico Nacional, Protección Civil y las autoridades estatales y municipales.
• La navegación marítima en las inmediaciones del sistema, deberá extremar precauciones ante fuertes ráfagas de viento y oleaje elevado.

La baja presión en el Océano Pacífico incrementó a 90% su probabilidad para desarrollarse a ciclón tropical en el pronóstico para las próximas 48 horas; a las 19:00 horas, tiempo del centro del país, se ubicó a 650 km al suroeste de Tapachula, Chiapas y a 515 km al sur de Puerto Ángel, Oaxaca; registra vientos máximos sostenidos de 40 km/hr, rachas de hasta 55 km/hr, y presenta movimiento hacia el hacia el oeste-noroeste a 18 km/hr.

El Servicio Meteorológico Nacional mantiene en constante vigilancia la posible evolución y trayectoria de este sistema, que se asocia a los remanentes de la Onda Tropical Número 23, condición que esta noche producirá lluvias muy fuertes (de 50 a 75 milímetros) en regiones de Chiapas y Oaxaca.

Para mañana, se prevé que la zona de baja presión ubicada en el Golfo de Tehuantepec se desarrolle como una depresión tropical al sur de las costas de Guerrero, en su avance favorecerá lluvias intensas (de 75 a 150 mm) sobre regiones de Guerrero y Oaxaca; acompañadas de tormentas eléctricas y granizadas; asimismo, favorecerá aporte de humedad hacia estados del centro del país.

Las precipitaciones de los últimos días han reblandecido el suelo en algunas regiones, por ello, se exhorta a la población a extremar precauciones y mantenerse atenta a los boletines que emite La CONAGUA y el Instituto Estatal de Protección Civil, así como atender los llamados de las autoridades estatales y municipales, debido a que pudieran registrarse deslaves, deslizamientos de laderas, desbordamientos de ríos y arroyos, o afectaciones en caminos y tramos carreteros, así como inundaciones en zonas bajas y saturación de drenajes en zonas urbanas.