El diputado Carol Antonio Altamirano señaló que el gobierno federal pretende manipular “para torcer la ley de ingresos por encima de la ley de presupuesto” con la finalidad de subir el déficit para poder financiar proyectos como el aéreopuerto y los trenes que ha anunciado el Ejecutivo.
Sin nuevos ingresos tributarios y con caída en la plataforma petrolera, el Ejecutivo quiere hacer la “magia” de tener obras de relumbrón y de impacto político. Y su solución es muy simple: que se incremente el déficit público.
El vicecoordinador del PRD explicó que la Cámara de Diputados modificó el artículo 17 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendara para hacerla más flexible en 2%, con la condición de que en los siguientes años se tomaran medidas para recuperar el balance.
De esta forma, recordó, en el año 2014 se hizo una modificación para que el gobierno pudiera tener un déficit de 3.5% del PIB. También se autorizó la ficción jurídica de “no registrar” la inversión de PEMEX equivalente a 2% del PIB.
De esta forma, en 2014 el déficit “legal” fue menor al real y se obtuvo un “déficit legal” de 1.5%.
Para cumplir la ley, el gobierno prometió que iría reduciendo el déficit de manera gradual cada año con un ritmo de 0.5% del PIB por año.
Por lo tanto en el 2015 lo que debía de presentarse era la siguiente proyección: 3% del PIB como déficit, al que se le descontaría la inversión de Pemex equivalente a 2%, de manera que el cálculo “legal” fuera de 1.0%.
Pero en la iniciativa de Ley de Ingresos para el año 2015, el gobierno propone que en vez de no reconocerse un déficit de 2%, como señala la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, este sea de 2.5%.
¿Cuánto significa agregar ese 0.5% del PIB? Equivale a 91 mil millones 588 millones de pesos.
La propuesta del Ejecutivo es usar 43 mil millones para inversión en CFE y 48 mil millones para proyectos que consideran de “alto impacto”.
Con 43 mil millones alcanza y sobra para proyectos que le den brillo al gobierno, pero “a costa de que sean cargados por todos los mexicanos como deuda”.
El gobierno quiere quedar bien y quiere hacer grandes negocios pero el dinero que va a comprometer estará soportado por el endeudamiento. Y el país no debe de pagar los sueños faraónicos del gobierno en turno, dijo el diputado.
Con ese recurso, de 43 mil millones se puede apoyar el aeropuerto, que se estima en más de 16 mil millones de pesos o compensar los 15 mil millones necesarios para construir 3 trenes de pasajeros.
Este gobierno no puede andar presumiendo de seriedad y responsabilidad hacendaria, dijo el también secretario de la Comisión de Presupuesto.
La reforma energética significó, entre otras cosas, que los pasivos enormes de PEMEX y CFE, generados por la irresponsabilidad del gobierno de no establecer reservas para las prestaciones de los trabajadores y por la tolerancia a la corrupción serán cargados a los mexicanos como deuda.
Y ahora, en el paquete económico, lo que vemos es que el gobierno tiene toda la intención de incumplir el compromiso de disminuir el déficit, y así tener dinero y margen de acción para cumplir con sus fantasías y negocios.
No puede ser que cada sexenio deje una camada de ricos y que las obras sean cargadas a los mexicanos, dijo el diputado.
Por lo tanto, concluyó, todos los diputados deben estar alertas para que en la discusión de la Ley de Ingresos no entre un déficit mayor al previsto en la Ley y que no se tuerza el paquete económico para cumplir una promesa presidencial y además hacer grandes negocios que pagarán esta y las siguientes generaciones.
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