“Al que no jale, pues me lo chingo…”

fcfcfcPor: Martín Moreno

+”La Tuta”, los videos y Michoacán fuera de control

+Alfredo Castillo ya es figura decorativa

 
-Yo aquí tengo a mucha gente, y el que no jale conmigo, pues me lo chingo…-, le advirtió Servando Gómez, “La Tuta”, a los reporteros Eliseo Caballero (corresponsal de Televisa) y José Luis Díaz (dueño de la Agencia Esquema), cuando llegaron a entrevistarse con él, reunión que fue grabada y difundida el lunes pasado en el noticiero matutino de Carmen Aristegui en MVS.

Aún más:

“La Tuta” les dijo a Caballero y a Díaz:

-¿Se acuerdan del reportero que andaba con Los Zetas? Pues yo lo mandé matar…-. (Se refiere a Miguel Ángel Villagómez Valle, del diario “La Noticia” de Lázaro Cárdenas).

Bajo esas advertencias y condiciones se desarrolló la reunión de “La Tuta” con Caballero y Díaz, de acuerdo a lo investigado por esta Red Pública.

Ambos periodistas – lo sabemos-  cometieron el error de solicitar apoyo financiero al jefe de “Los Caballeros Templarios”. Cámaras. Una camioneta. De agarrar dinero aventado sobre la mesa de manera humillante por parte de “La Tuta”. De asesorarlo, en el caso de Eliseo. De pedirle, en el caso de José Luis.

Eliseo Caballero trabajó durante 25 años con Televisa. Al ser despedido no se le dio el beneficio de la duda. Estás fuera, le dijeron. López Dóriga lo exhibió y crucificó en cadena nacional. Así acabó su carrera dentro de la televisora.

José Luis Díaz era de los contados reporteros que salían a cualquier hora a investigar las matanzas en provincias michoacanas. Le daba servicio informativo a diarios que evitaban cubrir, por seguridad o miedo, ese tipo de información. La Opinión o ABC, entre otros. Preferían comprar las notas a “Esquema”.

Hoy, Eliseo Caballero –despedido por Televisa-, y José Luis Díaz –a pique su agencia “Esquema”-, podrían ir a la cárcel. La PGR ya inició la investigación para determinar si se confirma la comisión de delitos contra la salud en su modalidad de fomento o colaboración.

Por supuesto que no se entiende ni se justifica ni mucho menos se disculpa que Caballero y Díaz le hayan pedido apoyo financiero a “La Tuta”. No. Bajo ninguna circunstancia. Ese fue su error y hoy lo están pagando.

Sin embargo, intentemos conocer un poco el entorno en el que están trabajando los reporteros en Michoacán, cómo son llevados por las buenas o por las malas ante los jefes narcos, y cómo intentan desarrollar un trabajo periodístico en un estado inseguro, con vacío de autoridad, con autoridades compradas o impuestas por las mafias locales o coludidas con el crimen organizado. Así de grave.

Empecemos por un dato: en Michoacán han asesinado a diez periodistas desde el año 2000. El último fue Raúl López Mendoza, fotoreportero del periódico local “Cambio de Michoacán”. Desapareció el jueves 18 de septiembre y su cadáver hallado el domingo pasado.

Algunos de los reporteros ultimados rechazaron, seguramente, reunirse con algún jefe narco.

Ya lo dijo “La Tuta” a Eliseo y a José Luis: al que no jala, lo mato.

*****

-Te quiere ver el señor de El Cerrito…-, le dijeron a un periodista enviados de “La Familia Michoacana”. El señor de “el cerrito” era Nazario Moreno. “El Chayo”.

El periodista se negó. Recibió varias invitaciones y siempre evitó reunirse con Nazario, hasta que lo dejaron en paz. También pudieron llevarlo por la fuerza ante el patrón. No sucedió así, para fortuna del comunicador.

-Te quiere ver “El Profe”…-, les dicen a reporteros en Morelia o en otras ciudades michoacanas. “El Profe” es “La Tuta”. Algunos van por su gusto. Otros, forzados. Eliseo Caballero y José Luis Díaz acabaron sentados frente a “La Tuta” recibiendo dinero, pidiéndole beneficios, asesorándolo en su manejo de prensa. Esto nada lo justifica.

¿Qué Julio Scherer se reunió con “El Mayo” Zambada y no lo crucificaron?

Son historias diferentes.

Scherer nunca se salió de su papel de reportero: antepuso la entrevista o el diálogo por delante. A eso fue. Y así lo logró: con preguntas al personaje, hurgándolo, rascándole hasta donde “El Mayo” lo permitió. Periodista y jefe del narco. Con sus dimensiones. Con sus dinámicas. Con sus limitantes. Y nada más.

Scherer ni recibió dinero de Zambada ni le pidió apoyo financiero ni lo asesoro para mejorar su imagen. Fue a entrevistarlo como reportero. Y punto.

Caballero y Díaz ni siquiera le plantearon una entrevista a “La Tuta” en esa ocasión, que hubiera justificado su presencia ante el jefe del narco michoacano. Sí, en cambio, se beneficiaron – o, al menos, lo intentaron- en lo personal.

Son dos historias distintas.

*****

La muerte de Aquiles Gómez, hermano de “La Tuta”, quien se habría suicidado al verse acorralado por fuerzas federales y locales en una casa en Lázaro Cárdenas, bien pudo haber detonado la aparición del video que les costó empleo, trayectoria y prestigios, tanto a Caballero como a Díaz. Difícil pensar que fue coincidencia.

La reacción de “La Tuta” al entregar el video a un medio de comunicación, nos desnuda varios puntos:

1)  Quien tiene la información, tiene el poder. Y, hoy por hoy, es “La Tuta” quien tiene la información, el poder y el destino de políticos, periodistas y lo que resulte.

2)  Con los videos, “La Tuta” ya rebasó al enviado y amigo del presidente de la República: a Alfredo Castillo, el comisionado para la paz (¿?) en Michoacán, quien en unos cuantos días se ha vuelto figura decorativa ante el poderío financiero y mediático de “La Tuta”; por el enfrentamiento abierto entre Hipólito Mora – líder de autodefensas michoacanas- y Luis Antonio Torres, “El Americano”, ubicado como “caballero templario”, que han evidenciado que la llegada de Castillo sólo ha sido un paliativo y que el crimen organizado sigue imperando en Michoacán; debido a la cada vez más disminuida y poco respetada Policía Rural –un invento grotesco de Alfredo Castillo-, compuesta, en gran parte, por ex sicarios al servicio del crimen organizado, así como por la innegable anarquía que aún prevalece en la entidad.

3) ¿A quién más tiene grabado “La Tuta”? Ya fulminó al ex gobernador Fausto Vallejo al difundirse la grabación de su cordial y ameno encuentro con Rodrigo Vallejo; al ex todopoderoso de Michoacán, Jesús Reyna; a alcaldesas, como es el caso de Delia Santana, de Huetamo, y de Silvia Karrum, de Pátzcuaro, quien tuvo que separarse del cargo y ya es investigada; a dos periodistas, uno de ellos, Eliseo Caballero, representante informativo de la principal televisora del país: Televisa. ¿Quién sigue en la lista de “El Profe”?

Lejos de resolverse, la situación en Michoacán ha empeorado.

Hay vacío de gobierno evidente. El “gobernador” Salvador Jara es un títere impuesto por Alfredo Castillo que no toma decisiones de fondo y solo espera las elecciones de junio de 2015. Menos de nueve meses.

El propio Castillo ya está rebasado e inclusive se habla de su salida de la entidad. Se hizo bolas el Fiscal del vergonzante caso Paulette y hoy no sabe cómo deshacer el nudo.

Las autodefensas no han desaparecido. Siguen vivas, actuantes y con influencia en varias regiones.

Los Caballeros Templarios están replegados, pero no desaparecidos.

“La Tuta” sigue libre.

La Policía Rural nació contaminada. Nadie la respeta.

Así las cosas en Michoacán.

 

Twitter: @_martinmoreno

 

PUBLICACIÓN ORIGINAL: http://www.sinembargo.mx/opinion/24-09-2014/27565

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