príncipes de Japón visitan Oaxaca

16Óscar Rodríguez

Los  Príncipes Akishino de Japón, anunciaron su interés por intercambiar experiencias, tradiciones culturales y de negocios con Oaxaca, luego de visitar la zona arqueológica de Monte Albán, el legendario árbol del Tule y el templo dominico de Santo Domingo de Guzmán.

El Príncipe Akishino, de Japón, -hijo menor del emperador Akihito- y la princesa Kiko resaltaron la vasta riqueza cultural que caracteriza a Oaxaca, al sostener un encuentro con el gobernador Gabino Cué.

En tanto Cué, compartió con los príncipes japoneses el gran potencial de Oaxaca para impulsar su desarrollo social y económico, y desde luego, dictó que la entidad se ha mantenido como uno de los estados más seguros del país, lo que ha hecho posible que Oaxaca se sitúe como un destino confiable y atractivo para la inversión productiva.

Dijo también que dicho crecimiento se obedece en buena medida al dinamismo de la actividad turística de los destinos oaxaqueños que registran una afluencia cercana a los 5.5 millones de visitantes anualmente.

Basta mencionar -subrayó Cué- que a partir de la firma del Acuerdo de Asociación Económica México-Japón firmado en 2004, la relación comercial de las dos naciones ha logrado alcanzar un valor del orden de los 20 mil millones de dólares anuales, mientras que la inversión de empresas japonesas en México ronda los 8 mil millones de dólares.

15En este contexto, se dirigió a las Altezas Imperiales, el Príncipe y la Princesa Akishino para destacar la enorme inversión realizada en los parques eólicos de la entidad, la cual asciende a 3,400 millones de dólares invertidos en el Istmo en lo que va de la administración, lo que ha hecho posible que Oaxaca se coloque como el primer productor de energía alternativa del país, al generar 1,600 megawatts.
»Se trata de un flujo eléctrico suficiente para brindar servicio a cerca de un millón de hogares, utilizando solamente el 22 por ciento del potencial del Istmo de Tehuantepec, para la producción de energía eólica», dijo.

Posteriormente, los Príncipes Akishino convivieron con artistas y artesanos locales algunos de ellos creadores de alebríjes, así como de tapetes originarios de Teotitlán del Valle.

Los Príncipes recibieron un tapete de lana de colores neutros, como recuerdo de su visita de dos días a la entidad oaxaqueña.

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