A ocho kilómetros del municipio de San Felipe Jalapa de Díaz, se encuentra “la Permuta”, un pequeño pueblo de apenas 650 habitantes, en donde el 85 por ciento de la población habla mazateco, ahí se localiza una de las casa de salud con más años de existencia de toda la Jurisdicción Sanitaria de la región “Cuenca del Papaloapan”.
Y en ese lugar, al frente como auxiliar comunitario don José Matías Juana, un hombre mayor, de 57 años, que recientemente fue reconocido por el secretario de salud en el estado de Oaxaca Germán Tenorio Vasconcelos, pues el once de septiembre cumplió 33 años de cuidar del bienestar integral de los lugareños.
Don Pepe es uno de los más grandes ejemplos del pueblo, sumamente respetado y querido, pues ha ayudado a venir al mundo a la cuarta parte de los habitantes de “la Permuta” desde 1990, además contaba con 24 años cuando aceptó la responsabilidad de estar al frente de la casa de salud.
Don José contaba con escasa preparación pues sólo había cursado la primaria y secundaria, hablaba principalmente mazateco, tenía un trabajo en el campo, además recién empezaba una familia de cinco hijos y una esposa, a los cuales tenía que cuidar.
La entrega y dedicación con la que laboró en la casa de salud de “la Permuta”, le valió ser tomado en cuenta para realizar en 1990 el curso de “Partero tradicional”, impartido en la ciudad de Tuxtepec. Cabe mencionar que en 1993 reafirmó los conocimientos adquiridos en la heróica ciudad de Juchitán de Zaragoza.
“Don José tomó recientemente el curso de primeros auxilios impartido por la Cruz Roja, mostrando sus conocimientos, con un carácter sereno, siempre presto a escuchar, demuestra con su actuar porque se ha ganado el cariño y el respeto de sus compañeros auxiliares de salud, del personal de la dependencia y de la comunidad”, aseguró la jefa jurisdiccional María Paolina López Juan.
Quien dijo que es un verdadero orgullo para la dependencia tener entre las filas del gran ejército de salud, que vela por la población cuenqueña, a personajes como el señor José, pues sirven de ejemplo a los otros 363 ayudantes comunitarios, de entrega, dedicación, responsabilidad y amor a su pueblo.
Finalmente, López Juan reconoció el gran reto de los auxiliares que en muchas ocasiones sacrifican a su familia, por una labor que no tiene pago económico, que solo les da la satisfacción de servir a los suyos.
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