Hace 2 meses, México sufrió uno de los ataques más cobardes y crueles. Los actos inhumanos y de barbarie en Iguala, conmocionaron a todo el país. Desde entonces, mi obligación ha sido encabezar los esfuerzos institucionales para conocer la verdad y asegurar que no haya impunidad. Como padre de familia, comparto el dolor, la angustia y la incertidumbre de las familias de las víctimas. Como ciudadano, comparto la exigencia de justicia de la sociedad entera.
A raíz de Iguala, México está a prueba. Los mexicanos no podemos caer en el pesimismo, ni abandonar nuestra esperanza en un mejor futuro. Es momento de pensar en soluciones y de trabajar por México. Las personas que han salido a las calles, en México y en distintas partes del mundo, coinciden en un punto: México no puede seguir así. Y tienen razón. Después de Iguala, México debe cambiar. Hoy, como un mexicano más, me sumo al clamor ciudadano que exige justicia. Asumo la responsabilidad de encabezar la labor de liberar a México de criminalidad, corrupción e impunidad.
Estoy decidido a impulsar cambios de fondo, los invito a conocer las 10 medidas para mejorar la seguridad, la justicia y el Estado de Derecho.
Para mi, el grito de #TodosSomosAyotzinapa es un llamado a seguir transformando a México. Como sociedad, debemos tener la capacidad de encauzar nuestro dolor e indignación, hacia propósitos constructivos. Los momentos difíciles ponen a prueba la fortaleza, entereza y grandeza de las naciones. Como mexicanos, demostremos hoy nuestra unidad y carácter.
Presidente Enrique Peña Nieto
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