Oscar Rodríguez
En la ciudad de Oaxaca, empresarios y representes de diferentes organizaciones sociales llamaron a replicar la conformación de grupos antibloqueos como se han logrado conformar en el destino turístico de Bahías de Huatulco, para evitar que continúen grupos radicales afectado la vida económica de la entidad.
El ex líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) José Escobar, aplaudió la iniciativa de un grupo de ciudadanos, prestadores de servicios y empresarios han logrado consolidar para constituir un frente antibloqueo que haga frente a las acciones de desestabilización ejercidas por grupos radicales como los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que fueron replegados cuando intentaron tomar hace una semanas al aeropuerto de ese destino de playa.
Escobar, quien enfrento la situación de crisis que se padeció durante la revuelta social del 2006, cuando la toma de la ciudad por parte de la CNTE y la desaparecida Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), recordó la iniciativa que se logro conformar para hacer frente a la instalaciones de barricadas por parte de tales grupos violentos que en ese tipo de descalifico cuando se hablo que había interés de partidos políticos.
Sin embargo abundo que las iniciativas en contra de las acciones de radicalismo de la CNTE, fueron producto del hartazgo social y rechazo a las formas de presión que utilizan los docentes para alcanzar sus fines.
“Creo que a diferencia del 2006, hoy los ciudadanos están mas concientes de lo que ocurre, de los daños que están generado este tipo de grupos y están dispuestos ya hacerles frente para que dejen de lastimar a Oaxaca y su vida económica”.
Detallo que en la ciudad de Oaxaca hay algunos intentos por conformar los grupos antibloqueo, que han empezado con realizar marchas “blancas” los fines de semana para concientizar su iniciativa entre los ciudadanos de otras expresiones y extractos sociales.
En tanto el Defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Arturo Peimbert Calvo, llamó a la ciudadanía a la prudencia y a que evite confrontarse con movilizaciones que demandan solución a problemas sociales.
Entrevistado sobre el desalojo de los maestros que bloquearon el aeropuerto de Huatulco, realizado por habitantes y prestadores de servicios turísticos, el ombudsman alertó sobre los riesgos de las acciones de ese tipo, que pueden derivar en enfrentamientos violentos.
Advirtió que los intentos de seguir ese ejemplo pueden polarizar aún más a la ya dividida sociedad oaxaqueña y, en lugar de abonar a la reconstrucción del tejido social, contribuyen a aumentar el encono y la criminalización de la protesta social. “¿A qué intereses puede servir la violencia?”, cuestionó, al tiempo de advertir que Oaxaca ya está prácticamente inmersa en los procesos electorales federales.
Celebró también la prudencia de las y los profesores que en Huatulco levantaron su bloqueo sin enfrentarse ni oponer resistencia. “Huatulco nos habla de la descomposición social que vivimos y es un llamado de alerta sobre la falta de capacidades institucionales para atender la demanda social”, expuso.
Aunque aplaudió que existan iniciativas ciudadanas para defender los derechos humanos, advirtió que éstas no deben orientarse a restablecer por sí mismas sus derechos, sino apelar al Estado, que tiene la responsabilidad primordial y el deber de proteger, promover y hacer efectivos todos los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas.
“Nunca estaremos de acuerdo en que se criminalice la protesta social, y nunca estaremos de acuerdo en que la ciudadanía pretenda hacerse justicia por propia mano”, expresó Peimbert Calvo.
Señaló también que las molestias a la población derivadas de las protestas, no sólo magisteriales sino de distintos gremios y sectores de la población, se deben en buena medida a que el Estado mexicano no ha tenido la capacidad para canalizar de manera efectiva las demandas sociales.
“Que un grupo de ciudadanos se confronte con otro bajo la mirada pasiva de quienes tienen la obligación de evitar estos conflictos, no es una solución, sino una perversa manera de administrar problemas”, subrayó.
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