Oscar Rodríguez
El ex juez y abogado español , llamó a cerrar la pinza en contra de la corrupción e impunidad que tienen los delincuentes de cuello blanco y cuestionó los paraísos fiscales que existen en alguno países que permitieron el fraude financiero de la HSBC.
En conferencia magistral en Oaxaca, consideró que hablar de lucha contra la corrupción y mantener paraísos fiscales no tiene ningún sentido, es una falsedad.
Peguntó, cómo es posible que una compañía con sede en un país determinado, tiene sucursales en paraísos fiscales donde no pueden controlarlos. “No se traduce en nuevas inversiones, en una responsabilidad social, corporativa, justicia social a la que cada uno de esos grandes inversores está obligado cada vez más”, cuestionó. Sobre el fraude fiscal en el que participó HSBC, dijo que a quienes han defraudado por mucho menos están en prisión y cuestionó que los jueces y fiscales que llevan el caso “tienen la mano anquilosada y no llegan a decidir que paguen las culpas quienes más las tienen”. Consideró, corrupción e impunidad van de la mano, una retroalimenta a la otra y si hay impunidad, hay corrupción.
“Si hay falta de rendición de cuentas, en algún lugar hay corrupción, hay una mordida, hay alguien que no cumple, que se aprovecha, que no hace lo que debería hacer”, expuso.
Pero peor que la corrupción económica, mencionó, es la corrupción ideológica, de quien no cumple lo que tiene que cumplir o responde que no le interesa ese problema cuando es precisamente el problema que tiene que resolver. ¿Qué se puede hacer para combatir la corrupción? Preguntó y la respuesta que dio es que haya mayor transparencia y participación. “Hay que exigir transparencia, las cuentas se tienen que rendir, la participación política no es solo depositar los votos, las cosas no cambian quedándose sentados en una butaca o en una grada, las cosas cambian participando y comprometiéndose”. A los gobernantes, dijo “no hay que dejarlos solos” y si no cumplen, a la calle, pero el gran cambio tiene que hacerse en la participación política. En su opinión, la fuerza de la libertad de expresión en una democracia es esencial, pero la protesta en sí misma no tiene sentido si no tiene un objetivo, si no tiene un desarrollo responsable. “No por estar semanas o meses exigiendo algo, tienen más derecho aquellos que lo hacen, habrá que compartir esfuerzos y ceder en muchas situaciones para que las cosas cambien”, añadió. La protesta es necesaria, dijo, pero una vez que esa protesta se instala no puede convertirse en endémica “que de la protesta se pase a la acción, a la cooperación, al diálogo y a la solución del problema”.
El juez Garzón criticó en México a los docentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que deben dedicar su oficio a mejorar la calidad de la enseñanza de la educación, porque solo con un pueblo mejor preparado se logrará alcanzar progreso.
Dijo que “cuando se habla de luchar contra las lacras que nos perturban, contra la corrupción”, la educación es la respuesta, pues esta constituye la base de la sociedad y de una sociedad democrática. “Cuando me preguntan qué hacemos para combatir la corrupción, le contesto, hagan escuelas”.
Por eso, la acción sindical de un grupo determinado, que tiene los derechos sindicales, no se puede convertir en el principal problema para que esa educación sea accesible por todos y cada uno de los ciudadanos.
“Es una grave irresponsabilidad, si no se pone atención, quienes salen perjudicados son los alumnos, los jóvenes que tienen que formarse en valore, por supuesto que en el de la protesta y la exigencia, pero no es un buen ejemplo”, expuso. ¿Qué se puede hacer?, preguntó de nuevo.
En su opinión, la fuerza que está demostrando ese conjunto de personas que siguen ocupando la zona pública, lo hagan dando clases, formando mucho mejor a los alumnos y lo hagan desde dentro.
“Exigiendo cambios pero cumpliendo asimismo con los derechos de los terceros”. El jurista español Baltasar Garzón Real, se desempeñó como magistrado del Juzgado Central de Instrucción n.º 5 de la Audiencia Nacional desde 1988 hasta 2012, tiempo en el que intervino en la investigación de algunos de los delitos de mayor relevancia que se produjeron en España durante esa época: crímenes contra la humanidad, terrorismo, terrorismo de Estado, narcotráfico, corrupción política y delincuencia económica.
Este sábado participó junto con el escritor y periodista argentino, Andrés Oppenheimer como ponente de las conferencias magistrales con motivo del 18 aniversario de la Fundación Mariana Trinitaria.
Ambos recibieron la distinción de ciudadanos distinguidos y las llaves de la ciudad por el ayuntamiento de la capital.
Dejar una contestacion