* La PGR encabezada por Jesús Murillo Karam recurrió a quien fuera testigo protegido en el sexenio de Felipe Calderón.
En el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda Villa, señalados como autores intelectuales del ataque y desaparición de los estudiantes, tienen un expediente basado en evidencias contradictorias y testigos desprestigiados.
Así lo señala el reportaje de la revista Proceso, titulado “Expediente Abarca, un caso fabricado“, de la periodista Anabel Hernández y Steve Fisher.
En el caso de Pineda Villa, en diciembre de 2014 la SEIDO recurrió a Sergio Villarreal Barragán, Mateo (alias que se le adjudicó como testigo colaborador), para que la incriminara.
Sin embargo, en más de cuatro años no la mencionó en sus declaraciones ministeriales sobre los Beltrán Leyva y los hermanos Mario y Alberto Pineda Villa.
El testimonio de último momento de Mateo sirvió para que se abriera la causa penal 105/2014 y el Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México girara contra ella orden de aprehensión por delincuencia organizada. Por el mismo cargo, pero en su modalidad “contra la salud”, la PGR también solicitó orden de aprehensión.
La primera denuncia
De acuerdo con Proceso, la primera denuncia contra los Abarca, por supuestas actividades ilícitas, se interpuso en junio 2010.
“La herencia económica de los Pineda Villa está floreciendo… y esposo José Luis Abarca, quienes a últimas fechas han realizado inversiones importantes de más de 50 millones de pesos en céntricos terrenos, edificios de departamentos, casas y una plaza comercial, Galerías Tamarindos”, indicó una persona que hizo la denuncia anónima, vía telefónica, ante la PGR.
Lo anterior provocó el inicio de una averiguación y la pareja fue citada a declarar.
Abarca dijo que se dedicaba al ramo de joyería, compra-venta de oro y recorría poblaciones para vender de casa en casa. Declaró ser propietario de 15 inmuebles y afirmó que entre 2006 y 2009 sus ingresos por arrendamiento y por la actividad de joyero fueron de 19.5 millones de pesos.
El testigo
El principal testigo contra Pineda Villa es Sergio Villarreal Barragán “El Grande”, ex integrante del Cártel de Sinaloa y el de los Beltrán Leyva, quien colaboró con investigaciones realizadas en el sexenio de Felipe Calderón.
Aunque nunca antes habló sobre Pineda Villa, en diciembre pasado recordó que la señora se reunió con sus hermanos -miembros de la organización criminal de Los Beltrán Leyva-, en 2006 y 2007.
Barragán comentó que la esposa del ex alcalde de Iguala “les dijo a sus hermanos que habían comprado unas propiedades y que habían embargado otras… dándoles datos de las propiedades, de las joyerías y del centro comercial”.
El Grande es un testigo desprestigiado porque casos en los que ha declarado, se han desplomado. Por ejemplo, contra el exsubsecretario de la Defensa, Tomás Ángeles Dauahare y otros cinco militares. Todos fueron liberados por falta de pruebas.
Otro: el narcotraficante, en diciembre de 2010, se prestó para difamar a Proceso y al reportero Ricardo Ravelo, pues aseguró que pagó 50 mil dólares para evitar que se le mencionara en el semanario.
Sergio Villarreal Barragán nació el 21 de septiembre de 1969 en el estado de Durango. En 1990 entró a la fuerza de la Policía Judicial de Coahuila. Después ingresó a la policía federal y fue ubicado en Nuevo Laredo y Reynosa, en Tamaulipas. Ahí permaneció hasta 1996, cuando estableció una relación de negocios con el Cartel de Juárez.
En el 2007 fue contratado por el Cártel de los Beltrán Leyva y ascendió al grado de teniente de Arturo Beltrán Leyva. Tras la muerte de Arturo en diciembre de 2009, se puso a las órdenes de Héctor Beltrán Leyva, con lo que se intensificó la lucha por el control del cártel.
Fue detenido en septiembre de 2010 y extraditado a Estados Unidos en mayo de 2012.
Publicación original: http://aristeguinoticias.com/2302/mexico/pineda-villa-encarcelada-por-declaracion-de-el-grande-no-por-normalistas-proceso/
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