* Serían usados en 2013 para comprar paliacates, tortilleros y globos, entre otros artículos
* Se facturaba a compañías inexistentes la supuesta prestación de servicios, detectó el órgano fiscalizador
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de febrero de 2015, p. 46
Se desconoce el destino de 396 millones 838 mil pesos que serían utilizados por la Cruzada Nacional contra el Hambre para comprar 31 millones de artículos como paliacates, tortilleros, playeras, globos, vasos y gorras. Las empresas a las que presuntamente fueron adquiridos no existen, señaló la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Los objetos no llegaron a las delegaciones estatales de la dependencia, e incluso el director del almacén general de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) desconocía su existencia. La ASF presume daño al erario, dado que no hay «evidencia de la adquisición, distribución y la entrega de los bienes» a 400 municipios. Hay actos y omisiones de servidores públicos que no supervisaron, verificaron ni validaron los trabajos, agrega en el informe general de la cuenta pública 2013.
La Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), con la que la Sedesol firmó un convenio para comprar y distribuir el «equipo y material de apoyo» para promotores de la Ruta sin Hambre, de manera irregular fraccionó en dos partes el procedimiento para la adquisición de los bienes.
Simulación de operaciones
La compra se adjudicó por licitación pública al Grupo Comercializador Cónclave y a Prodasa, pero hay «presumible simulación de operaciones» en el proceso. Es decir, se factura a una compañía una presunta prestación de bienes o servicios y la dependencia contratante los recibe de conformidad. «Las empresas resultan inexistentes», señala la ASF.
En el reporte de la auditoría sobre contratos y convenios de colaboración suscritos con dependencias del Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre se evaluó el acuerdo entre la Sedesol y la UAEM del 6 de mayo de 2013, para aprovisionamiento y distribución de equipo y material de apoyo a promotores de la Ruta sin Hambre de 400 municipios y se revisó la compra de 31 millones 199 mil piezas.
Las adquisiciones que se reportaron fueron tres millones 783 mil paliacates, por un monto de 79.4 millones de pesos; tres millones 26 mil tortilleros, por 96 millones de pesos, y tres millones 819 mil vasos de plástico duro, por 57 millones 292 mil pesos, entre otros millones de objetos.
La adquisición de estos bienes no corresponde a los fines que establece el decreto del Sistema Nacional para la Cruzada, que son lograr «cero» hambre mediante la alimentación y nutrición adecuada de las personas en pobreza multidimensional extrema y carencia de acceso a la alimentación, señala el informe.
La ASF solicitó a Sedesol documentación que ampare la compra de esos artículos, pero la dependencia respondió que no la localizó «después de una búsqueda exhaustiva en la bodega donde se resguarda la información» y que la documentación soporte se encontraba en el almacén general.
La Sedesol únicamente entregó copia de dos oficios simples en los que la universidad informó la entrega de los millones de objetos, y como comprobante de salida dio una copia simple de dos oficios.
La ASF detectó que de los cinco convenios firmados en 2013 por la Sedesol con las universidades de Morelos y del estado de México se desprende un daño al erario de alrededor de 845 millones de pesos. El contrato con mayor valor es el de los 396 millones que costó el abastecimiento a los promotores de la cruzada.
Publicación original: http://www.jornada.unam.mx/2015/02/25/sociedad/046n1soc
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