Hiram MORENO
Salina Cruz, Oax. El funcionario de la Procuraduría Federal del Consumidor PROFECO, Javier Moreno Villalobos, quien fuera agredido por empleados de la tienda de Refrigeración Industrial Mateos, deslindo al ayuntamiento municipal del trabajo que realizaba en dicho negocio.
Aclaró que el trabajo que iba a realizar en dicho establecimiento, fue meramente órdenes de sus jefes inmediatos de la Profeco y no tiene nada que ver con el gobierno municipal, como argumentan los propietarios de Refrigeración Mateos.
En una conferencia de prensa, Javier Moreno, hijo de la presidenta municipal Rosa Nidia Villalobos, dejó en claro que su mamá nada tiene que ver con su desempeño.
Señaló que su trabajo era el realizar inspecciones de verificación a distintas empresas de la región del Istmo, incluyendo gasolineras, tiendas de autoservicio, restaurantes, hoteles y refaccionarías.
En este caso dijo que traía la orden de trasladarse a Salina Cruz a verificar los precios de los artículos exhibidos en el mostrador en la refaccionaria Refrigeración Industrial Mateos, y tras detectar irregularidades procedió a notificar a los dueños para colocar sellos de clausura.
Desde el principio, les hizo saber a los dueños de la negociación, añadió, que de acuerdo al protocolo de la Profeco, es un derecho de los dueños del negocio verificado, fotografiar o video grabar la actuación del personal de la dependencia, lo cual así lo hicieron.
Sin embargo, nunca se imaginó que sería agredido por los empleados además de que el dueño quiso sobornarlo y al no aceptar se abalanzaron a golpes sobre él.
Por lo tanto, tuvo que recurrir a presentar su denuncia ante la Procuraduría General de República por los hechos ocurridos, ya que de no ser por la oportuna intervención de un par de abogados del puerto que pasaban por el lugar, hubieran podido hacerle un daño mayor a los golpes recibidos, porque uno de los agresores lo estaba estrangulando al tomarlo por atrás del cuello y tirarlo al piso.
Al final, dijo que serán las autoridades competentes las que determinaran lo conducente, porque él denunció la agresión, así como el robo de documentación y sellos de la Profeco, porque esto le impidió, entre otras cosas, llevar acabo otras verificaciones programadas en el puerto y el retiro de sellos de suspensión en una casa de empeño que fue sancionada hace un mes por él mismo en una acción similar, donde los dueños y encargados de la misma, no se mostraron tan agresivos como en esta negociación de refrigeración.
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