DONA MARCUS BLEASDALE AL FINI SU COLECCIÓN SOBRE LA INJUSTICIA SOCIAL DETRÁS DE LA MINERÍA ACTUAL

* “Mi verdadero objetivo es que los funcionarios y encargados del mundo tengan cambios en las políticas públicas que alivien el sufrimiento de las personas en las regiones en que desarrollo mi trabajo”, dijo el ganador del más prestigioso premio en fotografía otorgado por el Overseas Press Club, el Robert Capa Gold Medal

Pachuca de Soto, Hgo. México., a 11 de mayo de 2015

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Marcus Bleasdale ha esgrimido su obra fotográfica para provocar un cambio en la toma de decisiones entre políticos y líderes con el poder de hacerlo, con el fin de que opten por generar políticas públicas más humanitarias, por el cese de las condiciones de explotación, que hacen de seres humanos concretos el blanco de la voracidad mercantilista y la crueldad en el continente africano.

Por eso Bleasdale se convirtió en el artista invitado de honor a la V Edición del Festival Internacional de la Imagen (FINI 2015) que bajo la bandera temática de la Justicia Social atrajo la atención y la colaboración de artistas que, como él, han logrado que su trabajo trascienda las páginas de diarios, revistas y periódicos para volverse acciones firmes contra los explotadores y traficantes de minerales que instigan guerras intestinas, provocan que niños pierdan su infancia portando armas y que los minerales extraídos salgan al mercado mundial manchados de sangre por la rapacidad que los compradores de minerales utilizados para la joyería y para artículos de computación y telefonía. Además, dejan regiones asoladas por el hambre y la ignorancia.

Al inaugurar la exposición y la ceremonia de Reconocimiento al fotógrafo irlandés, Gonzalo Villegas de la Concha, el director del Instituto de Artes (IA) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), México, pronunció un severo y agudo discurso sobre la inexistente Justicia Social en nuestro país desde tiempos en que los ingleses socavaron las minas y riqueza hidalguenses.

En Casa Grande, instalación dedicada al arte de la UAEH, Villegas de la Concha felicitó al artista, no sin antes recordar en su discurso de bienvenida, cómo los británicos se asentaron en 1824 en el Mineral del Monte para ejercer la explotación minera: “Me he referido al maestro Marcus porque he tenido la oportunidad de admirar su obra: hoy estamos viviendo en nombre de la globalidad y la modernidad un modelo de acumulación orientado principalmente hacia los capitales transnacionales y al capital financiero nacional, lo cual aunado a las medidas de control y ajuste del gasto social así como a la injusticia de la distribución de la riqueza y del ingreso, generan la imposibilidad de un bienestar social ante un deterioro cotidiano de las condiciones y niveles de vida de millones de seres humanos, dando como resultado la profundización de las desigualdades económicas y sociales y la casi imposible justicia social.

Del mismo modo, el Director del IA refirió que el logro de la justicia social tiene obstáculos, y afirmó: “…desgraciadamente cuando en las cuestionas fácticas nos enfrentamos ante autoridades corruptas, contrincantes desleales o cuando nosotros mismos le conferimos un valor tan alto a algo, parece imposible alcanzar la justicia. Es, en ese momento exacto donde empezamos a dudar de su existencia, por ello si realmente queremos lograr la justicia, resulta fundamental sostener la necesidad de un nuevo pacto social a partir de la convicción de un Estado que se forme en las políticas sociales y, sin renunciar a que la universalidad y extensión de los derechos sociales, alcance a los grupos sociales más excluidos”.

Marcus Bleasdale, mencionó más tarde el presentador Témoris Grecko, es uno de los muy pocos fotoperiodistas que encabezan la labor y la misión de entre los fotógrafos documentales comprometidos con los derechos humanos y la búsqueda de la justicia social. En sus fotografías se ven niños africanos que portan armas en medio de una desoladora miseria y desnutrición: cuerpos y ropas castrados, en situaciones que para ellos son cotidianas, irrumpen en los espectadores como una bofetada que arrincona la inconsciencia. Marcus Bleasdale obliga a ver y, con su persistencia, ha conseguido que los políticos se obliguen a actuar, pero también ha sido capaz de captar los goces cotidianos, simples e ingenuos de una población que la voracidad del capitalismo mantiene sumida en una inmadurez social permanente.

El artista irlandés, con su cámara Canon al hombro, vestido con una camisa azul marino muy oscura, pantalón de mezclilla y mirada de turbación, mientras brillaron unas lágrimas que nunca quisieron brotar, enrojeció al oír la mención de los británicos y su paso por Mineral del Monte.

“El trata de asegurarse de que todos los objetos que use no estén manchados de sangre, que los minerales que se usen en su manufactura no sean ilegales en aquellas regiones”, reveló Témoris Grecko y agregó: “su trabajo ha sido varias veces premiado, pero recientemente obtuvo el tal vez más prestigioso premio en el mundo de la fotografía otorgado por el Overseas Press Club, que premia al mejor trabajo realizado fuera de Estados Unidos que reúna valor y medios, el Robert Capa Gold Medal, por documentar gráficamente la guerra de la República Central de África.

“En 2013 estaba internado en Bassangoa, a más de 300 kilómetros de la capital Bangui, haciendo un trabajo para Human Rights Watch, documentaba la lucha encarnizada de cristianos contra musulmanes que generó una auténtica limpia, ya no étnica, sino religiosa (instigada por los pastores cristianos que al mismo tiempo estimulan el trabajo en las minas de diamantes y), en dos días ví el mayor derramamiento de sangre, con una violencia y una crueldad inusitadas y sin precedentes. Algo verdaderamente desolador”, dijo Bleasdale a la revista Times con motivo de su Medalla de Oro Robert Capa 2015, como el primer ganador por un trabajo patrocinado por una ONG.

El fotógrafo británico prosiguió con el recorrido de la exposición en Casa Grande, mientras iba explicando la génesis de cada fotografía y Témoris Grecko hacía la traducción. Visiblemente emocionado, en entrevista dijo: “Mi verdadero objetivo es que los funcionarios y encargados del mundo tengan cambios en las políticas públicas que alivien el sufrimiento de las personas en las regiones en que desarrollo mi trabajo”.

También dijo que han sido muchas las situaciones de conflicto y de peligro en que se ha visto envuelto, pero que eso no lo desalienta a seguir intentando poner en la vista del mundo aquellas situaciones donde la Justicia Social es inexistente. Sobre si tiene pensado hacer algún trabajo en México al respecto, agregó: “Claro, pero es necesario que alguien me invite”.

En la exposición de sus fotografías hay muestras de ejemplos estremecedores, como las que muestran a niños en el norte de Nigeria agonizando por falta de tratamiento médico inmediato y están en el abandono o aldeas que persisten contaminados por la más grave plaga de intoxicación por plomo en aquella región, donde “las guerras tienen orígenes étnicos o religiosos, es verdad, pero desde hace cosa de 20 años, los minerales como el coltan, para fabricar celulares y computadoras elevaron sus precios de manera exagerada. La guerra viró entonces a sangrientas disputas de grupos armados por el acceso a las minas cuya explotación genera millones de dólares”, dijo Bleasdale.

Marcus Blasdale, como un acto de buena voluntad, cedió la totalidad de su exposición a la UAEH, por haberle otorgado la mejor curaduría, la mejor instalación y calificó a ésta, la que montó el FINI 2015, como la mejor exposición de toda su trayectoria. “Esta es la mejor curaduría que ha tenido mi obra. Germán Rostan interpretó la intención y el devenir de los hechos mostrados de una manera excepcional”, dijo.

Con la emotividad y sencillez dijo en entrevista que cede toda la obra a la universidad como patrimonio de la misma, pero con una única condición, que no se separen ninguna de las piezas de este montaje, que se mantenga íntegra e itinerarla dentro y fuera del estado de Hidalgo. “Que recorra este gran país”, concluyó.

Cabe mencionar que tradicionalmente los artistas que exponen su obra en los ámbitos universitarios donan una de sus piezas para el patrimonio cultural de la Universidad, pero la noche del sábado, Marcus Bleasdale decidió donarla en su totalidad como una muestra más de su congruencia y generosidad.

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