Óscar Rodríguez
LA INVESTIGACION.. Hoy están bajo la lupa y bajo sospecha los altos mandos de la policía estatal, entre ellos el Secretario de Seguridad Pública estatal Jorge Ruiz, el director de la Policía Vial Marco Fredy Hernández, el director de la Agencia Estatal de investigaciones (AEI) Jaciel Vásquez Castro, el Comisionado de la Policía Federal Enrique Galindo y hasta el propio gobernador de Oaxaca Gabino Cué, por su presunta responsabilidad en delitos graves por violaciones a los derechos humanos por el sitio de Nochixtlan. La investigación que fue iniciada por la Fiscalía General de Justicia de Oaxaca y que ya fue atraída por la Procuraduría General de la República (PGR) busca identificar quien dio la orden de disparar, -de valer el uso de fuerza letal para disolver una manifestación que obstruía el paso de una carretera federa-l. Y también trata de identificar a quienes dispararon a matar en contra de los manifestantes. Por qué una de las exigencias para que sea liberadas las carreteras que fueron tomadas por parte de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), y los familiares de las víctimas de los acontecimientos registrados el pasado 19 de junio, es que haya castigo para los responsables materiales e intelectuales de los que este sector identifica como una masacre. Los mandos estatal y federales se han negado a rendir un informe oficial de los sucedido, solo advierten que recibieron una 20 formas de resistencia de los manifestantes y que fueron emboscados, por lo que justifican que tuvieron que valer el uso de las armas de fuego como un recurso legítimo de defensa al verse envueltos en un escenario de fuego cruzado. Esta aseveración hecha por el propio Comisionado de la Policía Federal Enrique Galindo, permite abrir una ruta diferente en la investigación, para preguntar ¿quién disparo primero?, ¿y de donde salieron las armas?.. 
Es claro que la única instancia con posibilidad de disparar son las fuerzas de seguridad por ser quienes tienen un goce de licencia colectiva para usar armas letales, pero del otro lado, en el bando civil, quien tenía la licencia para disparar contra los policías. Lo que abre una tercera línea de investigación, la infiltración del crimen organizado, la guerrilla, el narco, de lado de los profesores de la sección 22 de la CNTE para hacer frente a las fuerzas de seguridad. Los testigos en el sitio de Nochixtlan, refieren que había gente armada, hasta existe el señalamiento de un mando de la Policía, que refiere que le pareció ver un rifle de asalto AK-47 dorado. Otros aseguran que los cohetones utilizados en la ofensiva de los docentes, estaban sobrecargados de pólvora. Y hasta se habló de nuevas armas de batalla. Más allá de las piedras lanzadas con resorteras. Al tomar la investigación bajo su tutela el Ministerio Público Federal, hay el riesgo de que se pretenda volver echar la culpa a la policía estatal de las agresiones con arma de fuego. Y de ahí que se ha anunciado que en breve para realizar las pruebas de balística y las comparativas con las lesiones que tiene los cadáveres, se buscara exigir la intervención del ejército, para que desarme a la policía estatal, se lleve sus armas y se haga las indagatoria respecto de los disparos realizados. Tampoco se descarta que se llame a cuentas a los mandos que dieron la orden de disparar en base al establecimiento de la cadena de mando custodia de los hechos del 19 de junio. Y es ahí donde le podría resulta cita a los secretarios de seguridad Pública, Jorge Ruiz a sus mandos inferiores, al Comisionado de la Policía Federal Enrique Galindo y hasta el propio gobernador Gabino Cué de su presunta responsabilidad en los hechos cometidos. Aunque alguien advierte que la orden vino del mando federal, porque Jorge Ruiz Secretario de Seguridad Pública Estatal estaba en su oficina en Oaxaca y el gobernador Cué, en una boda.
QUIEN PRENDIO LA MECHA.. En el cuarto de guerra en la SSP y en el gobierno de Oaxaca la pregunta es si el sitio de Nochixtlán, fue programado, prefabricado por algunos actores políticos para revivir a la sección 22 de la CNTE y golpear la imagen del gobernador Cué, involucrarlo en los hechos para no dejarlo terminar su mandato, y castigarlo por los excesos y errores cometidos en el operativo. Aunque también se habla que el escenario fue provocado para permitir ocultar otras situaciones políticas en Oaxaca. La pregunta está en el aire- ¿Alguien estuvo interesado en prender la mecha en la pradera de Oaxaca para generar la ingobernabilidad de Oaxaca y el levantamiento del sureste?- Y es que existen muchas teorías políticas, una la que habla que el sitio Nochixtlan, fue el Waterloo del titular de la SEP Aurelio Nuño, que vera su reforma fracasar, junto con sus aspiraciones por pretender llegar a ser candidato a la Presidencia de la República para el 2018. Se habla que tal vez la mano negra, vino del propio gobierno federal, aunque también se habla de otros actores, entre ellos políticos locales como Benjamín Robles, senador del PT o el propio Andrés Manuel López Obrador, quien a la mala o a la buena busca ser el próximo presidente de México. Difícil encrucijada sin duda.
LAS PREGUNTAS DEL DIA. Que hay una alianza narco, crimen y CNTE para reventar al gobierno federal. Que muchos de los bloqueos en algunos ejes carreteros han permitido el posicionamiento de diversos grupos delictivos. Que en la zona del Istmo de Tehuantepec, apoyando a la CNTE se ha identificado a grupos de armados ligados con una banda local. Que no se descarta que en la mixteca este operado una célula guerrillera radical. Que los duros y los radicales van por el control y liderazgo de la sección 22 de la CNTE en Oaxaca.
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