CENTINELA.

Apuntes varios…

Por Rafael García Zavaleta.

Primer apunte: ¿Qué tan importante es el Plan Estatal de Desarrollo, para el pueblo de Oaxaca? Si miramos un poco hacia atrás y nos ubicamos en el pasado reciente, de la época de campañas políticas para elegir gobernador, en mayo – junio de 2016, nos damos cuenta que en ese lapso debieron obtener los datos necesarios para la elaboración de ese Plan Estatal de Desarrollo, tanto por parte de quienes pretendían ser gobernador de este Estado como de parte de quienes aspiraban a ser diputados uninominales por cada partido contendiente. Pero si acaso hubiera algún dato por corroborar o verificar, o faltara actualizar, simplemente volver a obtener, tuvieron al menos los que se ostentaban como ganadores entre julio y septiembre, para finalmente tener de septiembre al 30 de noviembre de 2016 para concluir con la elaboración del proyecto de ese Plan Estatal de Desarrollo y tener la propuesta en tiempo y forma ante el Congreso del estado, para que éste a su vez hubiera hecho lo pertinente y que confirme a la leyes relativas actuales le faculta. Pero lastimosamente entre uno y otro Poder del Estado, se fue corriendo el tiempo y al final ahí tienen un Plan estatal de desarrollo, ya no para un sexenio, sino para cinco años. Sigue vigente aquello de “las cosas de Palacio, siempre van despacio”. Otro apunte: Por lo que respecta al gobierno federal, los Poderes Ejecutivo y Legislativo, se tiran la responsabilidad de llegar al fondo del tema y de la responsabilidad, mientras el tema del Socavón y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, va quedando en el olvido y el Secretario Gerardo Ruiz Esparza, amigo y cómplice del Presidente Enrique Peña Nieto, se consolida en la permanencia en el cargo, como si nada hubiera pasado, aunque el Socavón en la estructura del gobierno federal sea cada vez más amplio y de consecuencias graves para el pueblo de México. Aunque no puede ser considerado un daño menor, tal vez se usa como distractor ante el verdadero daño que se viene haciendo a la nación, tanto a ésta como a las futuras generaciones, esto es, la entrega del Golfo de México y su petróleo a extranjeros, muchos asociados a delincuentes de cuello blanco, incluido ahora el Propio Carlos salina de Gortari y sus familiares, como Vicente Fox Quezada y sus familiares, ambos, expresidentes de México, que resultan socios de empresas petroleras. De mientras, nadie dice nada, nadie hace nada. Entretanto, los partidos políticos de este país que se dicen de oposición, están dedicados a implementar estrategias de cúpulas para intentar afianzarse en el próximo sexenio de gobierno que resultará del proceso de elección federal 2018, donde se elegirá al próximo presidente de México, senadores y diputados federales, ahora concomitante con las lecciones estatales en donde se elegirán gobernadores, diputados locales y presidentes municipales. Pero ¿qué están haciendo materialmente con eficiencia, eficacia y efectividad, para frenar ese apoderamiento de nuestra nación? Si todos ellos están interesados en frenar que llegue a la presidencia el que ha sido considerado como un peligro para México, cuando el peligro para México lo fue Felipe Calderón Hinojosa y ahora lo es Enrique Peña Nieto, como en su momento lo fueron y lo siguen siendo Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox Quezada. Desde luego, López Obrador, representa un peligro, pero para ellos, ya que tal vez sus privilegios se verán cancelados, mermados, reducidos, pero quizás no, porque al partido político que impulsa a López Obrador, tiene de por sí a integrantes nefastos y ladrones, más los que últimamente se han fugado del PRD, PT, otros partidos que se dicen de izquierda y del propio PRI, para enquistarse a Morena, que finalmente si llegara a ganar la presidencia López Obrador, ¿cómo se sacudirá a estos vivales? Tercer apunte: Mientras estos distractores se dan en nuestra realidad, el poder judicial federal, vive en el paraíso presupuestal que disfrutan principalmente los ministros y magistrados, en menor medida los jueces de distrito. Mientras los trabajadores, qué ha pasado con su atrevida protesta que sin duda fue apagada a punta de “acuerdos” y amenazas, con uno que otro cese. Cuarto apunte: Lo que no tiene nombre, es la idiota estrategia con la que se pretende ocultar lo inocultable por parte del poder judicial del estado de Oaxaca. Últimamente se han dedicado a reuniones con barras y colegios de abogados, notarios, presidente municipales y algunos grupos sociales, queriendo legitimar o ilegitimable, aparentar legalidad ante lo ilegal. Lo cierto es que el actual presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca, es un delincuente impune, al que ya no hay que someterlo a un procedimiento de desafuero, sino procesarlo inmediatamente. La Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción, oficiosamente debió iniciar la carpeta correspondiente por lo menos por los delitos de abuso de autoridad, ejercicio indebido de funciones, al menos desde que se publicó y entró en vigor la reforma constitucional de Oaxaca, en la que nadie tiene fuero en este estado de la república, que ostente un cargo público estatal. ¿Acaso requiere una denuncia previa el Fiscal Especializado, en delitos perseguibles oficiosamente, para que proceda en contra de Raúl Bolaños Cacho Guzmán? …

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