Fabiola Martínez / La Jornada / Ciudad de México
La frontera sur de México está “desbordada” – y la del norte casi en situación de colapso- por la acción de grupos criminales, principalmente de tráfico y trata de personas, así como del inminente formación, desde Honduras, de una “caravana madre” de más de 20 mil personas, advirtió la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Ante ello, anunció, se instalarán módulos de seguridad y migración en la zona del Istmo de Tehuantepec – la zona más estrecha del país- para la “contención “ de estos grupos criminales, con el apoyo “en tecnología e información de inteligencia” del gobierno de Estados Unidos.
Aclaró que ello no significa militarizar la frontera sur pero sí la suspensión de visas humanitarias de forma masiva.
Del paso irregular de personas aseguró que esto es inaceptable por cualquier manera que se vea, “porque está desbordado el flujo migrante. Ahorita tenemos cerca de 2 mil 400 personas ya que se están uniendo en esta nueva caravana.
“No sólo eso, tenemos ya conocimiento de que se está formando una nueva caravana en Honduras, que la llaman la caravana madre, y están pensando que puede ser de más de 20 mil personas”, dijo.
Ustedes se podrán imaginar la dimensión de este flujo que a veces es tráfico humano, del crimen organizado, el negocio de ese tráfico es de varios billones de dólares porque cada migrante representa para ellos entre 2 mil y 6 mil dólares.
Al referirse a la reunión que tuvo ayer con la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Krijsten Nielsen, la funcionaria anunció la suspensión “masiva” de tarjetas humanitarias para migrantes y aseguró que se busca ordenar el paso de personas.
Las autoridades del vecino país le dijeron que tan sólo en febrero reportaron a 76 mil migrantes, y proyectaban una cifra mucho mayor, cerca de 90 mil, para marzo.
En entrevista, Sánchez Cordero dijo que “si esto es así, exponencialmente podríamos llegar a tener a final de año cerca de 900 mil migrantes cruzando hacia Estados Unidos”, lo cual es complicado no sólo para ese país sino para México, por su condición de nación de tránsito.
Hay conocimiento de una línea de camiones incluso que garantiza su traslado desde Tapachula, achispase hasta la frontera norte.
Al término de una reunión con iglesias cristianas, la secretaria Sánchez Cordero ponderó la colaboración con Washington en materia de inteligencia, para ubicar a los lideres de grupos criminales que utilizan a los migrantes.
Recordó que la frontera sur mexicana tiene mil 200 kilómetros de longitud, 370 puntos de ingreso ilegales y sólo 12 legales.
Precisó que habrá facilidades para el comercio y movilidad regular de personas no así para las bandas de tráfico de personas porque incluso se han detectado casos de tráfico de órganos .
Subrayó que también los países de Centroamérica deben hacer su parte, “porque no pueden seguir siendo los cientos de miles de migrantes que pasan por México y que llegan a la frontera norte”.
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