- Después de dos años reabrirá sus puertas este lugar también conocido como Panteón General
- En el marco de la Festividad de Día de Muertos, la Seculta llevará a cabo una serie de actividades
El gobernador Alejandro Murat Hinojosa, acompañado del presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Oswaldo García Jarquín, constató los trabajos que de manera bipartita se realizaron en el Panteón General San Miguel, uno de los más emblemáticos de la capital oaxaqueña y el cual, después de dos años de permanecer cerrado por los daños que originaron los sismos de septiembre del 2017 en su estructura, en estas festividades de Día de Muertos reabrirá sus puertas a partir del 31 de octubre.
El Mandatario Estatal verificó las labores de restauración que se desarrollaron en la fachada principal donde se consolidaron los muros que presentaban grietas, se liberó el material dañado y se fortaleció la estructura con la sustitución de piezas similares existentes, integrando con aplanado base con terminado de masilla de cal y pintura de cal.
El director del Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca (Inpac), Amando Bohórquez Rodríguez, explicó que estas mismas acciones se llevaron a cabo al 100% en el acceso principal, con una inversión en una primera etapa de un millón 500 mil pesos.
El Gobernador recorrió los pasillos para asegurar y garantizar la integridad física de los familiares y turistas que con motivo de la celebración de la Festividad de Día de Muertos acuden a este espacio que tiene más de 190 años de historia y que resguarda la memoria que da identidad a las y los oaxaqueños, además de ser fuente de misticismo sobre la vida y la muerte.
Asimismo, conoció los trabajos que se realizaron para apuntalar los arcos del panteón y las actividades que a partir del 31 de octubre se estarán desarrollando en este emblemático cementerio donde descansan los cuerpos de al menos 20 personajes ilustres relevantes para el estado y del país como Félix Díaz Mori, ex gobernador de Oaxaca y hermano de Porfirio Díaz; Susana Juárez, hija de don Benito Juárez; y Macedonio Alcalá, músico y compositor de la canción Dios nunca Muere, además de aquellos que sucumbieron a dos epidemias que azotaron la capital del estado: viruela y cólera.
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