En México se reportan cada año alrededor de 4.5 millones de casos de enfermedades gastrointestinales, se estima que la ocurrencia de padecimientos transmitidos en forma aguda es de 250 millones, lo que representa altos costos sociales tanto en la calidad de vida, atención médica y productividad laboral.
Así lo informó el director de Regulación y Fomento Sanitario de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Hugo Luis Llaguno quien refirió que la institución mantiene la vigilancia sanitaria en los establecimientos productores de agua, además de que el personal cumpla con la Norma Oficial Mexicana NOM 127 SSA-1994.
Refirió que los microorganismos se pueden transmitir a través de manos, cabellos, sudor, saliva y estornudos, por lo que es importante resaltar que la higiene es fundamental, así como utilizar ropa sanitaria adecuada que garantiza la inocuidad del vital líquido.
Apuntó que la normatividad recalca que los establecimientos dedicados a la purificación del vital líquido, deben mantener las condiciones higiénicas adecuadas para evitar la contaminación del producto así como los espacios específicos, principalmente del área de llenado.
Luis Llaguno dijo que las enfermedades transmitidas por agua contaminada pueden ser gérmenes como: Salmonela, Vibrión cholerae (Cólera), Giardiasis (Lombrices), Botulismo, Shigelosis o disentería bacilar, Cisticercosis, Infección por E. Coli.
Además de causar envenenamiento por consumo de alimentos con B. cereus, Campilobacter, Intoxicación por Perfringens, Colitis hemorrágica o infección por E. coli, Hepatitis, y Listeriosis, siendo los lactantes, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas enfermas los más vulnerables.
Añadió que “todos formamos parte de la calidad sanitaria del agua, por lo que debemos asumir el compromiso de cuidarla y mantenerla higiénicamente limpia, ya que la responsabilidad es de todos”.
Finalmente dijo que la institución realiza el seguimiento de las muestras recolectadas hasta su resolución, orientación a los giros para el control sanitario, así como la coordinación interinstitucional con el Consejo Estatal del Agua (CEA), Organismos Municipales.
Así como una estrecha coordinación con los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO), comunicación de riesgos a la población, y trabajo conjunto con el gremio productivo.
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