*La factoría esta al cien por ciento de su capacidad de almacenamiento de gas
Oscar RODRÍGUEZ/ José Antonio BELMONT e Hiram MORENO
El Secretario de Seguridad Pública de Oaxaca Jorge Ruiz, dijo que se busca dialogar con los docentes de la sección 22 de la CNTE y las organizaciones aliadas para que liberen y despejen los tramos carreteros en la zona del Istmo de Tehuantepec, particularmente la zona cercana la refinería “Antonio Dovali Jaime” del Puerto de Salina Cruz, permitiéndose el pasado de unas 50 pipas que mantienen retenidas en la zona porque hay un riesgo de contingencia ambiental si no se permite sacar el gas propileno de la planta petrolera.
“La refinería esta al cien por ciento de su capacidad de almacenamiento de la producción de gas propilenoy es urgente sacarlo de lo contrario se podría registrar una fuga y generar una contingencia ambiental en la zona”.
El mando afirmo que como medida de apremio se ha dispuesto cerrar la refinería para iniciar su despresurización a través de las pipas que no pueden ingresar por que están varadas y retenidas en la carretera por los inconformes”.
Ruiz dijo que el tema es un asunto mayor, y por ello la policía federal está buscando ingresar a la zona no para reprimir si no para abrir las carreteras, permitir la libre circulación de las pipas y en caso emergente realizar la evacuación de la población en riesgo.
Un funcionario de PEMEX consultado al respecto dijo que todos los mandos de la empresa paraestatal “Antonio Dovali Jaime” están en junta directiva y no podía negar, ni confirmar el paro de la factoría.
Resalto el riesgo real que existe por la detención de al menos unas treinta pipas en la carretera porque son auto tanques con residuos y en el caso del propileno, de ocurrir un incidente con alguna válvula, este es altamente flamable.
“Las pipas están presurizadas y son un verdadero riesgo en la carretera”. Resaltó además que, de parar la refinería, sería un hecho insólito que no se da en más de una década y volver a echar andar las plantas lleva tiempo.
Trabajadores petroleros consultados al respecto, señalaron también que el quemador elevado de la refinería y el quemador a cielo abierto pegados a la barda de boca del rio, al menos en el primer caso, lleva con esta, cinco semanas quemando gas las 24 horas del día por no tener ya capacidad de almacenamiento y no tener compradores del producto, cuya quema se puede apreciar incluso de día a gran distancia y de noche, mas.
En retenes queman escudos y uniformes
Profesores de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y activistas de organizaciones aliadas atacaron con piedras a un grupo elementos de la Policía Federal en las inmediaciones del municipio de Santiago Tequisistlán en la zona del Istmo de Tehuantepec, cuando se dirigía el convoy policial al Puerto de Salina Cruz.
Un reporte de la Secretaria de Seguridad Pública Estatal, informo que los elementos federales solo se abrieron paso romper el cerco rechazando que haya una actitud de reprimir a los manifestantes quienes mantienen uno 9 bloqueos ubicados en la zona, para exigir la liberación de sus líderes Rubén Núñez y Francisco Villalobos, recluidos en el penal de Hermosillo Sonora y dialogo con los gobiernos federal y estatal.
Ante el incidente los docentes reforzaron los bloqueos en los tramos carreteros y ha generado un estado de sitio en el municipio de Juchitán de Zaragoza donde mantienen retenidas unidades del transporte turístico de empresas trasnacionales de conveniencia de carga y hasta pipas.
En medio de este escenario grupos de vándalos han cometido saqueos de tiendas departamentales ingresaron a la terminal de autobuses donde rompieron los parabrisas de al menos cuatro unidades.
Algunos de los bloqueos son respaldados por grupos de choque, migrantes y hasta en uno del punto se ha visto la presencia del padre Alejandro Solalinde, quien se ofreció como mediador para resolver el conflicto magisterial, demandado la libertad de los líderes de la sección 22.
Como mediada de apremio los propietarios de tiendas de abastos han dispuesto cerrar las puertas de sus establecimientos hasta en tanto el gobierno federal y estatal restablezca el orden social y el estado de derecho.
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