La sección 22

 

Oscar Rodríguez

 

La Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca, camina desde hace 8 a 10 años: sin rumbo, dirección y estrategia. Sus 13 corrientes que la componen, incluidas las que tienen influencia de grupos guerrilleros, incluso extranjeros y que han recibido cursos de formación política militar en Venezuela u otros países, entraron desde ese tiempo “en un proceso de descomposición”.

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Todo ha contribuido a ello, desde la “falta de capacidad para la conducción por parte de los líderes”, hasta la “riqueza real de muchos de ellos” que son dueños de empresas, ranchos, cuotas de los agremiados” y más. De ahí la desconfianza de profesores de base.

De sus alrededor de 82 mil afiliados, apenas participan en juntas, reuniones, plantones o marchas un 27 por ciento de ellos.

La conclusión de por lo menos tres líderes de esas corrientes que pidieron a MILENIO, omitir sus nombres por cuestiones de seguridad es que a la 22 “le falta dirección y estructura: no hay una ruta; no hay dirección real, ni organizativa”.

Después de los hechos del pasado domingo en el estado, que, según cifras oficiales, dejo 6 muertos los grupos más radicales se afanan en defender la idea de que “es la hora…” para lanzarse a fondo en la lucha violenta.

Los dirigentes, entrevistados en diferentes momentos del pasado fin de semana, coincidieron en adoptar una actitud autocritica y señalar que no es un mito el que muchos grupos del magisterio han tenido, incluso desde la formación de la CNTE, influencia guerrillera.

Más cerca a partir de 2012, con la presencia en México de integrantes del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (MOVADEF) que, en su país de origen, Perú es considerado la fachada del grupo Sendero Luminoso.

Estos tuvieron en los últimos años, influencia en grupos radicales de las zonas de Miahuatlan y Tlacolula en Oaxaca, además de otros estados de la república, dice uno de los dirigentes de la 22.

Paralelo a ello, grupos del magisterio “han tomado cursos político militares en el exterior, concretamente en Venezuela”.

Los enclaves de grupos de la guerrillera que “han calado” en el magisterio se ubican, como ha sido tradicional en la sierra Sur y Norte de Oaxaca. Por parte del EPR en San Agustín Loxicha, La Conchita, zona Mixe y en la parte costera de Huatulco.

En tanto que la guerrilla del ERPI y EPR, tendría presencia, según las mismas fuentes en la Coordinadora Democrática Magisterial de Oaxaca (CODEMO) y parte de Praxis en el Istmo.

 

Radiografía de la 22

 

Un análisis interno de 6 hojas, recién elaborado por dirigencias de la Sección 22 de la CNTE en Oaxaca, entregado a los reporteros, reconoce como prioridad “generar un nuevo consenso en los delegados de la asamblea estatal y consecuentemente dirigirlo a una ruta distinta a la anarquía actual”.

Reconocen que al interior de la CNTE, conviven 13 grupos –aunque, solo 7, tiene un actuar cotidiano- con diferentes características. Estos son: Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Coordinadora de Bases (CB), Sangre Nueva, Praxis (versión original), Praxis (Grupo Heberto Castillo), Grupo Magisterial de la Costa, Liga clasista (mejor conocida como la Chispa clasista) y Coordinadora Democrática Magisterial (CODEMO).

Además de Grupo Magisterial Revolucionario (GMR), CODEMO, (segunda versión), Frente Cívico Huatleco, La Otra Campaña y Grupo de la Coalición de Promotores Bilíngues.

Por lo menos en 4 de estos grupos, tiene fuerte presencia la guerrilla.

En el documento se describe a esos grupos. La CODEMO “es de corte radical con nexos con la guerrilla, como brazo político; su liderazgo más importante es el profesor Erangelio Mendoza González”.

Estos tienen presencia magisterial y social en Valles Centrales: Tlacolula y Zimatlán de Álvarez, “son altamente dogmáticos y muy esquemáticos en su visión de lucha sindical”.

En tanto que la CODEMO (Segunda versión) o Frente Amplio de Comunidades Marginadas de Oaxaca (FACMEO), tiene presencia en Valles Centrales e Istmo de Tehuantepec. Actualmente su dirigente, Mario Olivera se encuentra preso en un penal de Jalisco “por secuestro de un menor”. Su liberación es parte de las demandas de la CNTE.

A la UTE se le define portadora “de dogmas marxistas”. Se señala que “su referente nacional” es Omar Garibay del Partido Comunista de México Marxista leninista (PCM-ML). Son “inestables en la toma de acuerdos”.

Los dirigentes de la UTE son Rogelio Vargas Garfias y Gabriel López Chiñas.

Sin embargo, en el documento se afirma que la UTE se encuentra atomizada en 6 fracciones –donde “hay radicales y anarquistas”- “por disputas de poder y de gestoría clientelar”. Una de las dirigentes de una de esas fracciones es Carmen Vázquez La Jicayan y otra de esas corrientes se le identifica, cercanía “con el gobierno de Gabino Cue”.

En tanto que la Liga Clasista “son de corte maoísta y con una fuerza creciente en la región de la mixteca”.

La Coordinadora de Bases (CB) que forma parte del Bloque Democrático Magisterial, cuenta con presencia en la región de los Valles, Tuxtepec y Mixteca. “Trabajan en una línea paralela a la estructura tradicional del movimiento magisterial por considerar a esta estructura como obsoleta”. Se señala que otra estrategia de este grupo es la de “posesionarse en varias presidencias municipales”.

Sangre Nueva es dirigida por Azael Santiago Chepis que en su surgimiento tuvo “una capacidad de maniobra notable”. Sin embargo se le acusa de tener nexos con el gobernador Gabino Cue  y “por incorporar arbitrariamente a los maestros de Oaxaca a un sistema de seguros o riesgo de trabajo que en realidad es un negocio multimillonario, orquestado por Jorge Castillo, cercano al mismo Cue”. Tiene presencia en la Sierra Norte del estado.

Los “grupos de choque” de la CNTE

Otro de los documentos de análisis, entregados a los reporteros se refiere a la situación de la CNTE a nivel nacional. Aunque estos, fueron entregados por profesores de algunas de las corrientes al interior de la Sección 22, los mismos dejan ver en ciertos momentos y sin dar mayores detalles, aseveraciones como la siguiente.

En varios estados, “la CNTE controla grupos de choque y presión”.

Se reconoce que sus bastiones más activos son Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y la capital del país. Sobre el primer de estos se afirma que “hay un desgaste interno del movimiento” magisterial.

Acerca de la Sección 7 de Chiapas se señala que junto con la 22 de Oaxaca, “son las secciones formales que tiene la CNTE”.

Se pone énfasis en los profesores que integran el grupo, denominado Nivel de Educación Indígena (NEI) “por tener una fuerte alianza orgánica con los municipios autónomos del EZLN”. Su área de acción se le ubica en los Altos de Chiapas.

Se señala que sus dirigentes, junto con los de la Sección 40 “están muy desacreditados en la base por asuntos de corrupción y de entrega de canonjías por parte del gobierno del estado de Chiapas”.

De la Sección 14 de Guerrero se dice que “es una confluencia de varias corrientes al igual que Oaxaca”. Los maestros, tiene trabajo con organizaciones sociales de La Montaña. Se señala que hay “declaraciones de solidaridad y acompañamiento” con los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, guerrilla y Movimiento Popular Guerrerense.

Sobre la Sección 9 de la CNTE en la capital del país se informa que su secretario general, Enrique Enríquez, “cuenta con aliados en Oaxaca y Guerrero”. Entre los dirigentes de esta sección está su ex líder, Gonzalo Martínez Villagrán “de corte radical, vinculado al FACMEO y dentro de la red social del EPR”.

Al igual que el conjunto de la CNTE su demanda es la liberación de presos ligados a esta organización, acusados de secuestro.

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