* La mansión del priista tiene más de 3 mil metros cuadrados, con acabados de lujo y todas las comodidades en el municipio conurbado de Tlalixtac de Cabrera
OAXACA, OAX., noviembre 13.- En el municipio conurbado de Tlalixtac de Cabrera, alejado del mundanal ruido de la Capital y del intenso tránsito de coches, taxis, mototaxis y camiones de transporte urbano, se localiza una mansión que resalta por su impecable color blanco.
La cómoda residencia de más de tres mil metros cuadrados contrasta con las casas de las empobrecidas colonias asentadas irregularmente en los cerros de los alrededores, donde se amontonan cientos de chozas hechas de lámina, madera y sólo algunas partes de concreto.
Palmeras, cipreses y ficus, entre otros árboles, adornan la fachada de la enorme «casa blanca».
Una vez cruzado el acceso para vehículos, un camino de concreto permite que coches y camionetas dejen a los visitantes en la puerta principal de los aposentos.
Este camino también deja que habitantes e invitados aprecien el amplio jardín, donde plantas de ornato enmarcan el área de juegos con pasto natural bien cuidado y recortado.
Junto está la alberca, un espacio diseñado para refrescarse en los calurosos días de la metrópoli; sin embargo, en los tiempos de frío puede usarse la calefacción para nadar en aguas tibias.
Una cochera techada con capacidad para guardar hasta cuatro vehículos permite que los moradores de esta residencia de lujo puedan proteger sus medios de transporte de las inclemencias del tiempo.
Desde la entrada se percibe un ambiente de comodidad y amplitud; a la vista los acabados de lujo tanto en la estancia como en el vestíbulo.
La cocina es lo suficientemente grande como para poder atender los requerimientos alimenticios de sus habitantes e invitados, que pueden comer informalmente en un práctico desayunador.
Para los agasajos formales hay un amplio comedor con piso de maderas finas frente a enormes ventanales para extasiarse con las plantas del jardín, lo que da una sensación de calma y tranquilidad mientras se disfrutan los alimentos.
Un desnivel junto al comedor lleva a la sala principal que está alfombrada.
Para que todos puedan divertirse, hay un bar, un salón de juegos y una sala de TV, donde en cómodos sillones podrán ver televisión satelital o disfrutar de sus películas preferidas.
No se escatimaron espacios para el descanso: las cuatro recámaras son grandes y todas tienen baño individual. La recámara principal o nupcial se cuenta aparte, pues también tiene lugar para sillones de reposo, un amplio vestidor, baño con jacuzzi y terraza.
Atender la residencia, a sus ocupantes y visitas requiere de personal. Para ello hay un área de servicio con dos cuartos, además de los espacios para lavado y planchado. Para que no falte el agua, un pozo profundo suministra el vital líquido, independientemente de que cuenta con el servicio normal de agua potable.
Además, la mansión es vigilada con tecnología de punta las 24 horas del día. Un sistema de video vigilancia registra todos los movimientos, además de que personal especial resguarda el exterior y el interior de la residencia.
En el medio inmobiliario oaxaqueño dicen que la propietaria de esta lujosa vivienda encontró a un buen comprador. Trascendió que el monto de la compra-venta se fijó en 15 millones de pesos, los que se habrían pagado en efectivo.
Según los vecinos, el comprador es quien este fin de semana dejó de ser diputado local y coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la concluida LXII Legislatura del Estado, Alejandro Avilés Álvarez, aunque todavía sigue siendo presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.
Así, está visto que Oaxaca no escapa a los políticos corruptos, de todos los signos y partidos, pero especialmente del tricolor, que en poco tiempo logran amasar fortunas incalculables y hacerse de propiedades insultantes, frente a la pobreza que vive la mayoría de las y los oaxaqueños.
Así como Angélica Rivera de Peña Nieto tuvo su «casa blanca», también el prófugo ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, y en el caso de Oaxaca ya salió el también priista Alejandro Avilés Álvarez.
Los legisladores locales que acaban de ingresar a la LXIII Legislatura del Estado juraron por todos los santos que investigarán, castigarán y encarcelarán a los corruptos.
¿Será este el destino de Alejandro Avilés Álvarez o se dará a la fuga antes?
Nota de la redacción: información tomada del portal www.e-oaxaca.mx
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