Oscar Rodríguez
El presidente municipal de San Francisco del Mar Leonel Gómez, se lavo las manos del linchamiento y asesinato tumultuario de un proveedor de medicamentos que fue acusado de secuestrar a una menor de edad y termino colgado de la puerta de la sindicatura del lugar.
Al rendir su declaratoria ante la Fiscalía General de Justicia de Oaxaca (FGJO), el alcalde aceptó que el pueblo fue víctima de la psicosis y cuestiono la omisión y falta de capacidad de la propia fiscalía de justicia que actuó de forma tardía para enfrentar la situación.
Admitió que el fin de semana, la autoridad municipal fue rebasados por una turba que “exigía justicia” por propia mano, luego de acusar al empleado farmacéutico Jesús Guillermo López González, de intentar robarse a una niña para abusar sexualmente de esta.
Aseguró que antes de ser linchado el implicado estaba siendo interrogado en la sindicatura, cuando fue atrapado por una turba que irrumpió en las oficinas del ayuntamiento de forma violenta.
Dijo que se trató de calmar los ánimos de la gente, pero la ira fue mayor y ocurrió la tragedia.
Gómez dijo en su defensa, que como autoridad municipal hizo todo lo que concierne a la Ley para averiguar si la persona era culpable o no, de los señalamientos en su contra, pero no hubo tiempo para indagar mucho.
El alcalde lamentó el deceso del empleado farmacéutico, pero aclaró “que para nosotros no lo consideramos ni culpable, ni inocente, porque eso nosotros no lo podemos decir porque no hicimos una investigación porque no lo permitió los ánimos de la comunidad”.
Visiblemente preocupado y angustiado por los hechos Leonel Gómez aceptó asumir la responsabilidad que le corresponda por el crimen, sin dejar de advertir que el incidente se pudo haber evitado si no hubiera existido omisión de parte de la Fiscalía General de Justicia, que actuó y reacciono de forma tardía.
De acuerdo dictamen emitido por el Instituto de Ciencias Forenses, la víctima fue asfixiada con una cuerda hasta morir, sin embargo, antes de ser colgado fue golpeado con piedras y binzas.
En tanto la empresa farmacéutica Dipromed, para la cual laboraba Jesús Guillermo, lanzó un comunicado para desmentir que la víctima fuera un secuestrador y exigió justicia para castigar a los responsables de la barbarie cometida.
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