- NO PUDO COMPLETAR EL “TRABAJO” DE SU PATRÓN PORQUE LAS QUE IBAN A SER SUS VÍCTIMAS RESULTARON SER MÁS AUDACES; SALIÓ COMO PERRO, “CON LA COLA ENTRE LAS PATAS”
Por MARIO OSEGUERA
Salina Cruz, Oax.- Un intento de sicario sudó la gota fría cuando se dio cuenta que no iba poder completar el “trabajito” que le encargó el supuesto líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
Todo comenzó la tarde del pasado martes 25 de abril, cuando uno de los principales dirigentes de taxis de esta ciudad y puerto, Javier Córdova Quevedo; el industrial de la MINSA, Heriberto Pérez; y el director general de Semanario de Opinión Voz del Istmo, Sergio Gregorio Amaro Chong, sostenían una reunión de trabajo en el restaurante de mariscos “Yeny Mar”, ubicado sobre la Calzada a la Refinería en esta ciudad.
De pronto al lugar arribó un tipo que llevaba una guitarra colgada hacia atrás, simulando ser músico. De entrada pasó desapercibido, incluso, los responsables del local se sorprendieron, ya que conocen a todos los músicos del puerto y los que llegan a ofrecer algún tipo de melodía a los parroquianos; pero a este mal encarado jamás lo habían visto por el lugar.
El sujeto en cuestión parecía ser más que un principiante con barbas, que pensó quizá que con poner cara de “pocos amigos” se iban a asustar los clientes. No ofreció melodía a nadie.
El tipejo simuló entrar al baño y salió con la idea de asesinar al líder de taxistas, al representante de MINSA y al editor y director general de Semanario de Opinión Voz del Istmo, sin embargo, nada pudo hacer al darse cuenta que había varios acompañantes; por ello decidió abortar la misión de ejecución.
Cuando el intento de pistolero se dio cuenta que la víctima podía ser él, decidió bajar la cara, salir como perro apaleado, es decir, “con la cola entre las patas”. Pasado el tiempo, entre unos 15 o 20 minutos después, volvió a regresar, pero esta vez se observó como más decidido, eso fue que puso en alerta máxima tanto a Heriberto, como a Javier y Sergio.
Por ello, las personas antes descritas se pararon de la mesa, sin perderlo de vista. Sin embargo, el sujeto entró y pasó a un lado de los presentes, y se regresó de nueva cuenta con la mirada vaga y preocupada.
Posteriormente se retiró del lugar y se le observó tomar un taxi que se encontraba ya esperándolo sobre la Calzada de la Refinería, con otras personas más. Para posteriormente enfilarse a la zona centro del puerto.
ANTECEDENTES:
Esto es parte de las acciones de un grupo de malhechores que integran la CTM Istmo, los cuales se reunieron hace algunas semanas en el Restaurante “Misión San José”, donde justamente tramaron asesinar a varios integrantes de la sociedad civil, entre ellos a los arriba mencionados; de lo anterior hay una denuncia en la Procuraduría General de la República. Se presume que el encargado de contratar a los sicarios fue Rodolfo Ortega Pérez y su acompañante, el desertor de la SEMAR, Johnny Cruz, éste último quien se desempeña como guardaespaldas de “El Padrino” Hipólito Rojas.
De igual forma, sobre esta prueba de atentado, también se denunciaron los hechos para el inició de la Averiguación Previa en la FEADLE – Procuraduría General de la República, a fin de tener las evidencias de las grabaciones que tienen en el restaurant y las alertas a tiempo; de tal forma de que las autoridades hagan lo propio, pues quienes integran la CTM no defienden los derechos de los trabajadores, sino de patrones y de un grupo de delincuentes que pretenden controlar la vida social y colectiva del puerto por medio de las amenazas, ejecuciones, el terror y la zozobra.
Lo peor de todo es que ahora cuentan con la protección de la PRIMERA AUTORIDAD MUNICIPAL, puesto que al “Padrinito” ahora se le ve bien protegido por la Policía Municipal, a pesar que ésta aún no tiene armas autorizadas para portarlas, salvo el caso del comisario, el cual es un teniente en “Activo” de la SEDENA: Néstor Daniel Medina Lugo, pero de allí, nadie tiene permiso de portar armamento, violentando así la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, a complacencia de las fuerzas castrenses que se encuentran en la región del Istmo, mismas que se prestan a dejar violentar la mencionada ley, con el simple hecho de tener alguna “amistad” o por alguna dádiva.
La pregunta obligada al Gobierno Federal: ¿de qué privilegios gozan estas personas? ¿Por qué la ley no se aplica con el mismo rasero? Si un ciudadano común y corriente porta un arma de cualquier calibre o tipo, de inmediato es puesto a disposición del Ministerio Público Federal, y estos funcionarios públicos, ¿cuándo?
Cabe destacar que minutos antes de que apareciera el pistolero, habría pasado por el lugar una pipa de agua afiliada a la CTM, las cuales transitan por una lateral del restaurante y que se supone, fue la que hizo la respectiva llamada a los de la CTM que mandaron al principiante de sicario.
Con base en lo anterior, se hace un atento llamado a las autoridades de los 3 niveles de gobierno para que tomen medidas prudentes al respecto, puesto que está latente cualquier derramamiento de sangre para seguir predominando la “Ley de Herodes, o te chingas o te jodes”. Las amenazas de muerte que hace unos días planearon, se están por cometer. Después no digan que no sabían nada…
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