Oscar Rodríguez
En Oaxaca, en el interior del mercado regional del municipio de Ocotlán de Morelos, hay una chef tradicional a la que mundialmente, la han identificado como la Frida oaxaqueña, quien han recibido reconocimientos diversos, por su forma peculiar de cocinar.
Ella , Beatriz Vásquez Gómez, está ataviada de un tocado de flores, en la cabeza, y de un elegante huipil negro, además de un mandil bordado, sin dejar a un lado las joyas que porta y su sonrisa con la que recibe a sus comensales.
Es ocoteca de origen y desde los 12 años gusta de los tocados de flores en la cabeza y desde temprana edad, aprendió de sus antepasados los dones de la cocina.
Ella afirma que para cocinar, hay que tener buen gusto, olfato y hay que cocinar con amor.
Ella en su comedor “La Cocina de Frida”, no mezcla colores como la pintora mexicana, pero si lo hace con la variedad de ingredientes que sabe combinar en sus guisos y platillos de comida típica.
A sus 52 años, se declara admiradora de la pintora Frida Kahlo, quien murió en 1954, advirtiendo que empezó a vestirse y maquillarse en homenaje a su lucha a favor de las mujeres.
Su gracia se observa en su tocado de flores, donde usa flores de la temporada, desde rosas, claveles, azucenas o según la temporada.
Solo se levanta el cabello y se coloca las flores., por que no hay tiempo para otra cosa, sale muy temprano de su casa, para adquirir los insumos, e ingredientes frescos que escogerá con los que guisara el menú que ofrecerá a sus comensales.
Reconoce que su comedor tiene más de 80 años en el mercado de Ocotlán, pero al tiempo la familia termino por dejárselo, sin saber que se convertiría en uno de los lugares más visitados por grandes famosos, desde deportistas hasta artistas tales como César Costa, el cantante Chayanne, Nicho Hinojosa, o el boxeador Floyd Mayweather.
Como ayudante Beatriz Vásquez Gómez, tienen a su menor hija Mónica Gómez, quien le ayuda en la cocina y le facilite el trato para servir a los comensales, que acuden y llegan gustosos al sitio.
Sin embargo este personaje simbólico de Oaxaca, lamenta que no tenga el apoyo suficiente para sacar su comedor del mercado y colocarlo en un lugar más amplio donde pueda disfrutar de su comida y de sus comensales.
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