Luis Ignacio Velásquez / Fotografía DIEGO Díaz
La disputa morenista en el Congreso, entre las facciones que lideran Laura Estrada Mauro y, por otro lado, Horacio Sosa Villavicencio, se tornó en una reyerta pandilleril donde no hay ley, ni norma, que se respete.
Así, lo evidenció la decisión de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) al “dictaminar” una iniciativa de reforma a la Ley de Orgánica del Poder Legislativo, para tener bajo su férula los centros de estudio de ese órgano de gobierno.
Y no es que los centros de estudio, verdaderos elefantes blancos, contribuyan realmente al trabajo legislativo, sino porque en ellos se pueden y deben realizar investigaciones que fortalezcan la función legislativa en diversos temas, entre ellos el combate a la corrupción en los tres poderes del estado, incluido el legislativo, órganos autónomos y municipios. Lo que, evidentemente, se trata de contener.
Actualmente la Comisión Permanente de Vigilancia del Sistema Estatal de Combate a la Corrupción tiene bajo su adscripción al Centro de Estudios, Asesoría y Capacitación Municipal en materia de Prevención de Actos de Corrupción; designar a su personal directivo y operativo, aunque ya existe la intención de modificar esta situación.
Para ello, la Jucopo o la diputada Laura Estrada Mauro, como lo evidenció su compañero legislador César Mateos Benítez, no solo presentó la iniciativa de reforma legal, sino se intentó aprobarla sin dictamen de la comisión, lo que además de irregular es ilegal.
En la sesión ordinaria, una vez desahogada una agenda llena de puntos de acuerdo para realizar exhortos que nadie cumple, se presentó la iniciativa de la Jucopo para su aprobación, aunque de inmediato una diputada cuestionó a la presidenta de la mesa directiva: ¿solo para que me digan el fundamento para que la Jucopo pueda dictaminar, por favor?
– El artículo 48, fracción primera, habla de las atribuciones de la Jucopo como órgano colegiado y establece impulsar la conformación de acuerdos relacionados con los contenidos de las propuestas, iniciativas o minutas que requieran su aprobación en el pleno a fin de agilizar el trabajo legislativo. Fue entonces que Mateo Benítez aseveró que ese artículo no le daba al órgano de gobierno del Congreso la facultad de dictaminar iniciativas.
Luego, ya en tribuna, manifestó que en la Jucopo existe una insistencia en quebrantar la ley. “¿Por qué voy a votar en contra? No estoy en contra de poner en la ley que el titular del Osfeo tiene que cumplir con lo que mandatan las constituciones y las leyes; no estoy en contra de que los centros de estudio estén adscritos a la Jucopo; no estoy en contra de que eliminen un centro de estudios, lo que definitivamente no comparto es que todo esto se haga sin respetar la ley”.
Destacó que la Jucopo no tienen facultades para dictaminar una iniciativa de ley, esto es facultad de las comisiones y la Jucopo no es una comisión. ¿Por qué quebrantar la ley? “Lo único que pido aquí, donde se elaboran las leyes, es que se respete la Constitución y las leyes. Hoy quieren quebrantar la ley para que la propuesta de la diputada Laura pase al pleno, solamente porque preside la Jucopo; no es una negativa absurda, es un tema de pleno respeto a la ley”.
En la votación la iniciativa obtuvo únicamente 20 votos, todos del grupo afín a Estrada Mauro, por lo cual fue desechada por la mesa directiva al no cumplir las dos terceras parte del cuerpo colegiado, pero la telenovela morenista sigue y hay que esperar el siguiente capítulo.
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