Crónicas de la ínsula

Municipio de Chiapas en Oaxaca

 

Cuauhtémoc Blas
En tanto la resaca de fin de año era ricamente remontada, el 1 de enero el gobierno de Chiapas formalizó su arbitrariedad de  crear un municipio chiapaneco en tierras de Oaxaca. No hubo réplica alguna por parte del gobierno oaxaqueño ante la consumación de este abuso. Oaxaca y su gobierno aguantan callados.
Un periódico de Cintalapa reseñó el hecho: “En un marco de legalidad y transparencia, el Secretario General de Gobierno, Noé Castañón León, atestiguó la instalación y toma de protesta del consejo del municipio “Belisario Domínguez”, mismo que colinda con la zona noroeste del municipio de Cintalapa.” Esto en una región chiapaneca eufemísticamente llamada “Cintalapa-Chimalapas”, que se creó ex profeso preparando, todo lo indica ahora, la invasión de estas tierras. 
Nada menos legal y transparente que ese acto arbitrario, que algunos han llamado un proceso de colonización chiapaneca de tierras oaxaqueñas. Lo que no ha tenido ni la atención ni la respuesta adecuada de parte de los sucesivos gobiernos de Oaxaca. Desde finales de 1960: Rodolfo Brena Torres quien ya dejaba el gobierno, Víctor Bravo Ahuja, Fernando Gómez Sandoval, Manuel Zárate Aquino, Eliseo Jiménez Ruiz,  Pedro Vásquez Colmenares, Heladio Ramírez, Diódoro Carrasco, José Murat y Ulises Ruiz. Todos ellos mostrando debilidad para defender al Chimalapas Oaxaca. Nadie mencionó siquiera el recurso de la controversia constitucional, con lo cual a decir de los expertos Oaxaca ganaría con facilidad este caso. Falta ver finalmente los resultados de dicha controversia que Gabino Cué Monteagudo si ha esgrimido.
De acuerdo a las pruebas históricas y legales de posesión de los Chimalapas, no hay duda que estas selvas pertenecen a Oaxaca desde tiempos ancestrales. Propiedad que fue confirmada a los zoques de Oaxaca en la época de la Colonia cuando el famoso pago de 25 mil pesos oro entregado en una jícara, de donde nació el nombre actual: Chimalapas que significa jícara de oro. Chima es jícara y lapa oro.
Incluso los mapas de la época así lo confirman, sobre todo la constitución de  Chiapas cuando el 14 de septiembre de 1824 decidió ser parte de México, al grito de “Vale más ser cola de león que cabeza de ratón”, venía sin Chimalapas. (ver http://revistaenmarcha.com.mx/edicion-142.html, asi como http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/ff/Divisi%C3%B3n_pol%C3%ADtica_de_M%C3%A9xico_%281836-1846%29.svg)
Después, en 1967 la primera resolución presidencial confirmó estas propiedades a los zoques, pero en ese mismo año inició la andanada invasora de Chiapas, cuando con las maniobras de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) y a instancias de ésta lograron sacar una similar resolución ese mismo año a favor de Chiapas. Resolución firmada por Gustavo Díaz Ordaz (quien habría negado su oriundez oaxaqueña para no asociarse al dictador  Porfirio Díaz Mori) y ahora beneficiaba a Chiapas.
En agradecimiento a ese favor los chiapanecos pusieron a una localidad de sus primeras invasiones legaloides el nombre de comunidad “Díaz Ordaz”. Precisamente de las principales que conforman el ilegal nuevo municipios chiapaneco en tierras de Oaxaca Belisario Domínguez. Que este 1 de enero fue, otra vez, legaloidemente establecido con su primera autoridad que no emergió de elecciones municipales sino fue la designación de un  Consejo Municipal.
Al frente de dicho Consejo colocaron a Juan de Dios Márquez Clemente, quien tomó protesta como Concejal Presidente del comité municipal del municipio de Belisario Domínguez; Efrén Velázquez, como Concejal Sindico y a José Antonio Torivio Flores, Concejal Regidor Propietario.
Las comunidades comprendidas en el municipio espurio, mismas que fueron colonizando esas tierras oaxaqueñas con la abierta complicidad de la SRA que desde finales de los 60 del siglo pasado no ha dejado de expedir títulos de propiedad a chiapanecos son: Rodulfo Figueroa, Ramón E. Balboa, Flor de Chiapas, Gustavo Díaz Ordaz, Quebrachal, La Gloria, Cerro Baúl, La Esperanza, La Encantada, Monte Bello, San Marcos, La Hondonada, Las Jáquimas y Los Olivos.
Ahora, ante una arbitrariedad de este tamaño un gobernante oaxaqueño por fin parece salir a la palestra con el anunció, ahora sí, de una controversia constitucional que sin duda habría de ser favorable a Oaxaca y pondría límites a las pulsiones colonizadoras de la oligarquía chiapaneca que se cierne voraz sobre tierras oaxaqueñas.
www.revistaenmarcha.com.mx y blaslc@yahoo.com.mx
 

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