• Los trabajos se realizaron con recursos del Programa 3 x 1 para Migrantes, en su vertiente sitios Históricos y Culturales
• La restauración se realizó bajo la supervisión del Instituto Nacional de Historia y Antropología (INAH)
• Los 18 paneles con ocho vitrales restaurados tienen más de 100 años de antigüedad
La Catedral de la Madre Santísima de la Luz, en León, Guanajuato, donde el Papa Benedicto XVI celebrará las Vísperas con los obispos de México y de América Latina, fue objeto de la restauración de sus vitrales con recursos del Programa 3 x 1 para Migrantes, de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Realizadas en dos etapas, las obras de restauración incluyeron un total de ocho vitrales, a través del Programa 3X1 para Migrantes, dentro de la vertiente sitios Históricos y Culturales, con la participación de la Sedesol, los gobiernos estatal y municipal, así como de los connacionales del otro lado de la frontera norte. La restauración se realizó bajo la supervisión del Instituto Nacional de Historia y Antropología (INAH), que cuidó todos los detalles de la estructura.
La Sedesol informó que en la restauración de los vitrales de la Catedral Basílica de León participaron el Club de Migrantes Franciscanos Los Ángeles, A.C., integrado por guanajuatenses radicados en el estado de California.
En diez años de vida, el Programa 3 x 1 para Migrantes ha desarrollado 16 mil 238 acciones de beneficio comunitario y 419 proyectos productivos para el fortalecimiento patrimonial en 29 entidades federativas, gracias al esfuerzo coordinado con casi 2 mil clubes de migrantes en 43 estados de la Unión Americana.
Éste es el único Programa del Gobierno Federal que vincula a los mexicanos en el exterior con el desarrollo social de sus comunidades de origen y logra la participación de los tres niveles de gobierno y de la sociedad, por lo que el titular de la Sedesol, Heriberto Félix Guerra, reconoce la participación de los migrantes y resalta su solidaridad, generosidad y corresponsabilidad para con los que se quedan.
Ubicada en la esquina de las calles Álvaro Obregón e Hidalgo, en la zona centro, la Catedral data de 1765 y fue remozada en el siglo XIX por el Arq. Luis Long, lo que le valió ser considerada como la más completa catedral del país en ese siglo.
Tiene una fachada barroca con seis capillas en su interior, dos de ellas (San José y La Soledad), importantísimas obras de arte del siglo XIX. Se venera en ella a la Madre Santísima de la Luz, patrona de la ciudad, y es sede de la Diócesis de León.
Las puertas del atrio fueron elaboradas en hierro en Comanja, Jalisco; las campanas del reloj fueron fundidas en León por Refugio del Castillo; las torres fueron construidas por el licenciado Joaquín Rocha; los óleos son de Rivas y la ebanistería, en madera de mezquite, de Berumen, Manzo y Verduzco.
En una de las capillas se exhibe un Cristo de mármol blanco, obra del escultor Alfonso Ponzanelli.
Para efectuar el trabajo, fue necesario recurrir a documentación y al registro gráfico y fotográfico de la obra, para efectuar el desmontaje y posterior colocación de los vitrales. Todo el trabajo se hizo en la misma Catedral.
Aprovechando el desmontaje de los vitrales, se analizó el estado de conservación de la herrería, a fin de determinar las piezas que deberían ser sometidas a tratamiento de conservación o de reemplazo.
También se hizo una limpieza superficial y química, una vez desmontados los vitrales, y se evaluó la cañuela de plomo para determinar sus condiciones y sustituir los tramos necesarios.
Entre otras actividades, se restituyó el plano, se colocaron las piezas faltantes siguiendo el diseño y técnica de esmalte y pintura a fuego utilizados en el original: se unieron los fragmentos con resina epóxica para cristal, el montaje de los paneles, la impermeabilización y el sellado o montaje.
La restauración se hizo en 18 paneles con vitrales, elaborados con cañuela de plomo y vidrio pintado y esmaltado a fuego (grisalla), con 100 años de antigüedad, con medidas de 3.60 x 2.20 metros.
La restauración comprendió el desmontaje de los paneles del vitral; enmascarillado previo para evitar alguna pérdida de piezas; colocación de vidrios provisionales de 3 mm; sustitución de la totalidad de la cañuela original por cañuela con aleación de plomo y antimonio, que dio mayor rigidez estructural al vitral y mayor vida útil.
Asimismo, se trabajó en la reintegración de faltantes con pinturas de óxidos; en el armado del vitral con la cañuela de plomo y soldadura en las uniones con estaño y plomo; colocación de refuerzos en retícula con solera de 1/2 x 1/8, y en el sellado de uniones del vidrio con la cañuela a base de enmasticado de pasta de cemento con aceite de linaza.
Además, se limpió y pintó la herrería original; se montó el vitral en la estructura metálica y se sellaron los bordes con silicón.
La obra se ejecutó con recursos del programa 3 X 1 para Migrantes, en sus ejercicios 2010 y 2011, dentro de la vertiente sitios Históricos y Culturales.
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