Por: Francisco Cabrera García
El año 2013 es un año en que el tema principal para comentar es de política y de políticos en donde para estos últimos, dada su apreciación la ejercen de distintas maneras, buscando cada uno los mejores resultados, eso sí, deben tener encendidos sus sentidos porque la política es de astucia y de conocimientos.
La política como actividad de organización, de estructuras, de orden y de gobierno, es una nueva realidad en donde todos y cada uno de los ciudadanos tienen la libertad de expresarse con opiniones vertidas a una audiencia masificada, teniendo como única regulación su decencia y ética; algunos reconocen muy bien este proceso y lo utilizan para tener un acercamiento directo, franco y real entre políticos y ciudadanos, algo completamente positivo para generar un nuevo orden social de transparencia, equidad y honestidad; otros, solo lo ven como una oportunidad para perpetuar y exponenciar los vicios y errores del pasado.
En la actualidad algunos personajes y críticos, tienen herramientas poderosas para unir de manera propositiva a través de sus mensajes en las redes sociales a miles de personas y juntos construir, proponer y organizarse para impulsar un desarrollo que provenga sana y llanamente de una sociedad mejor informada; pero esto lamentablemente no es así, porque lejos de ser positivos, utilizan esta capacidad para mentir, calumniar, destruir y empantanar mas el ya de por sí muy desprestigiado clima político de este municipio.
Es evidente la falta de valor, de honor y de propuestas, cuando escudados en identidades virtuales falsas, se dedican a esparcir rumores, chismes infundados en contra de cualquiera que les pueda representar un obstáculos en su demente carrera hacia el poder; solo personas con una gran incapacidad mental pueden tomar una oportunidad de oro como la que nos ofrece una sociedad intercomunicada y convertida en un escenario podrido de acusaciones y golpes bajos para saciar sus perversos instintos.
Su falta de propuestas y su incapacidad convertida en demagogia vulgar y barata, es una ofensa para toda la ciudadanía y para los que se acercan a estos medios buscando la información que les ayude a formar un criterio real y acertado para tomar la mejor decisión acerca de su voto. Pretenden con esta llamada guerra sucia, hacer menos palpable su falta de compromiso social, su arribismo político y su falta de ética; es un hecho casi incuestionable que quienes se inclinan por estas prácticas, lo hacen porque en ellos mismos no encuentran elementos positivos que les permitan posicionarse de forma adecuada entre el electorado.
Hace unos días nos enteramos que un tal doctor Javier Sánchez Avendaño, haciendo mal uso de las redes sociales, difundía información falsa, mediante la cual pretendía involucrar a Rosa Nidia Villalobos González en una supuesta compra-venta de una camioneta Hummer Mod.2009, color gris, señalando que Rosa Nidia la había vendido y que esta camioneta contaba con reporte de robo; pero como siempre, la verdad sale a la luz y la propietaria real del vehículo, señora Griselda Gallegos Martínez al que hace mención, ofreció una entrevista que se publicó en diversos medios impresos y electrónicos, donde aclara que este vehículo es de su propiedad y que cuenta con la documentación que así lo avala y que jamás ha pertenecido a Rosa Nidia Villalobos, mujer que durante muchos años de su vida se ha dedicado a la política de altura, que ha asumido un verdadero compromiso social que le ha permitido ayudar a muchos de nuestros paisanos y a muchas y a muchos oaxaqueños, una mujer con un patrimonio limitado y que ha forjado durante años de trabajo constante y que el hecho de que en estos momentos tenga una legítima aspiración para llegar a ser presidenta de nuestro puerto, no autoriza a nadie a difamarla y mucho menos a tratar de engañar a la ciudadanía como lo pretenden hacer estos viles y ambiciosos personajes.
Pero a final de cuentas, son los legítimos ciudadanos los que elegirán quien pueda ser el que direccione el rumbo de este generoso puerto y confiamos en que la sabiduría popular se encargue de enjuiciar y hacer a un lado a los mentirosos, a los arribistas cuya ambición es convertir de la noche a la mañana a nuestra ciudad en un botín para repartírselo en tajadas grandes, terminando nuestro comentario para decir que quienes ofenden al pueblo con falsedades y le faltan el respeto a una mujer, quedarán marcado como lo que son.
Dejar una contestacion