• Nicotina, monóxido de carbono, alquitrán y amoniaco, son algunos de los componentes más tóxicos de cigarros y puros
El tabaco constituye en la actualidad la principal causa de muerte prevenible en el mundo, además de propiciar enfermedades graves como: infarto al miocardio, infarto cerebral, enfisema pulmonar, bronquitis crónica, cáncer de pulmón y de tráquea, informa la delegación en Oaxaca del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El Seguro Social a nivel nacional refuerza sus acciones para difundir, aplicar y vigilar las políticas institucionales para declarar sus instalaciones médicas y no médicas libres de humo de tabaco, así como obtener el reconocimiento que otorga el Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones (CENADIC) y los Consejos Estatales contra las adicciones (CECAS) en cada estado.
A pesar de que existen varios contribuyentes como la exposición al asbesto y la contaminación ambiental para el desarrollo del cáncer pulmonar, el tabaquismo es la causa de casi el 90 por ciento de estos casos, alerta el área médica del IMSS. Los efectos nocivos de los productos del tabaco (cigarros o puros, entre otros) están directamente relacionados con sus componentes.
Algunos de éstos son: nicotina, componente adictivo más importante y es altamente tóxico que deprime el sistema nervioso; monóxido de carbono, gas tóxico que se produce al quemar el tabaco y el papel, que al pasar a la sangre, forma un veneno que afecta al corazón y provoca la acumulación del colesterol en las arterias; alquitrán, componente generador de cáncer; amoniaco, usado como limpiador de baños y que puede causar edema pulmonar, daños en las vías respiratorias, destrucción de la mucosa gástrica, severos padecimientos digestivos e incluso la muerte.
Cada 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el Día Mundial sin Tabaco y selecciona un aspecto relacionado a su control así como el consumo. Este 2013, el enfoque recae en la prohibición de la publicidad del tabaco para proteger a los jóvenes, ya que es una de las maneras más eficaces de reducir el consumo de tabaco; en países donde se ha introducido este tipo de prohibiciones el consumo ha disminuido un 7 por ciento en promedio.
Investigaciones de la OMS indican que alrededor de una tercera parte de los jóvenes que se inician en el hábito de fumar lo hacen por causas relacionadas con la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco. A nivel mundial, el 78% de los jóvenes de 13 a 15 años de edad están expuestos habitualmente a alguna forma de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
Una persona que tiene adicción al tabaco afecta su salud y la de las personas que lo rodean pues los convierten en fumadores pasivos o involuntarios (hijos, cónyuge y amigos, principalmente) al dañar la capacidad cardio-respiratoria a través de los alveolos, tejidos pulmonares que se encargan del intercambio de bióxido de carbono por oxígeno en la sangre.
Estos efectos se agravan en los niños, pues incrementa la aparición y severidad de infecciones de vías respiratorias inferiores, de otitis media y de asma, asimismo disminuye el crecimiento de la función pulmonar. De igual manera, el tabaquismo durante el embarazo daña al feto y reduce el peso del bebé en el nacimiento. Además, aumenta los índices de abortos espontáneos, placenta previa, mortalidad perinatal y es causa del síndrome de muerte súbita del infante
Cada vez que se enciende un cigarro, ocurren dos corrientes de humo: una primaria, que corresponde al momento en que se inhala el humo y otra secundaria, que se produce por la combustión del tabaco y del papel del propio cigarro y que representa el 75 por ciento del humo que se desprende durante la combustión del cigarro que, en mayor parte, contiene sustancias de alto nivel de toxicidad, que provocan una amplia gama de enfermedades, entre las que destacan cardiopatías, cáncer de pulmón y enfermedades de las vías respiratorias.
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