La Columna/Hiram MORENO

 

Hiram MORENO

*Ante la necesidad de la gente, se acabo la era de los políticos y empezó la de la compra de conciencias, la prostitución del voto ciudadano.

*Si esto que se ha demostrado paso en Salina Cruz no se atiende a tiempo, en cinco años más, el chapo para presidente.

La impugnación que hacen los diferentes partidos políticos que participaron en la pasada elección municipal, derivado de un proceso electoral plagado de irregularidades que se pueden demostrar y que el tribunal estatal electoral revisa ahora y que podría llegar al tribunal federal electoral,  busca de origen, echar abajo una elección fraudulenta, una elección ensuciada de manera burda por intereses muy particulares, identificados plenamente como un grupo de personas que solamente buscan el beneficio económico que les ha redituado ser, estar o manejar a una autoridad municipal, donde el beneficio económico en el aprovechamiento abusivo de la realización de la obra pública, les ha dado un modo de vida que no quieren dejar.

   La coalición que se da ahora de manera espontanea entre los partidos PAN, PRD, PT, PRI, PVEM, PSD, PUP Y Movimiento Ciudadano,  no es más que el reflejo de una elección que no puede ser referente de transparencia, equidad  e igualdad en cuanto a oportunidad de los partidos y sus candidatos para expresar sus propuestas de campaña a una población y penetrar en el ánimo de la gente y tratar de lograr el apoyo ciudadano en las urnas, porque ahora se sabe, se ha demostrado con los hechos, que ya paso a segundo plano todo eso de ir de barrio en barrio y de colonia en colonia y de llegar a las agencias donde como lo marcaba el manual de la política, había que convencer a los ciudadanos de que Juan o Pablo era el mejor candidato, ha quedado claro que ahora la mejor forma de ganar una elección es comprando la voluntad de la gente, la prostitución del voto ciudadano a su máxima expresión.

   Echar abajo la elección, hacer que se repita o reponga el procedimiento, una segunda vuelta, que se dé el triunfo a la segunda posición, que se limpie la elección analizando y limpiando las casillas donde se detectaron tantas irregularidades que la autoridad electoral no puede, ni debe soslayar, es un paso importante, igualmente importante es sentar un precedente y se ponga un alto a tantas transas electorales que se cometen en cada elección donde participa el actual diputado federal y sus incondicionales que traicionaron  al PAN y enfrentan ahora un  proceso de expulsión que poco les preocupa en plena repartición de los cargos y comisiones que sueñan empezar a administrar en el palacio municipal, donde por cierto, la ambición de cada grupo que se mezclan como el agua y el aceite en este proceso de lograr al precio que sea, la presidencia municipal para un improvisado en política, que es menos que una marioneta y el menos culpable de todo, empieza ya a dejar sus primeras muestras del verdadero intereses de cada uno de sus actores que marcan sus diferencias en la rebatinga por cada puesto que tiene que ver principalmente con el manejo de recursos y comisiones de mayor relevancia.

   Los expertos en derecho electoral han demostrado que el fraude se cometió días antes de la elección, primero con la compra de boletas electorales a los presidentes de casillas, que en la gran mayoría reciben las boletas hasta cinco días antes de la elección y en algunos casos obtuvieron hasta doscientos y trescientos mil pesos por vender entre cien, ciento cincuenta, doscientas y trescientas boletas electorales.

   El día de la elección, seguidores incondicionales de cada defraudador electoral que opera en la elección, como ahora se demuestra lo hizo la gente de Mariano, Goman, el chilango y demás, se forman entre los primeros y llevan ya marcadas las boletas compradas que abran de depositar en las urnas, toman la boleta que les entregan en blanco en cada casilla y depositan en las urnas las marcadas con anticipación a favor del candidato para el que se opera el fraude y una vez que sale de la casilla, se dirige a una casa o lugar desde donde se está operando en la compra del voto y entregan la boleta en blanco y ahí, delante del ciudadano o ciudadanos  a los que se está tratando de convencer que vendan su voto, se le entrega dinero en efectivo en cantidades que ven desde los cien pesos , hasta los trescientos y quinientos pesos, dependiendo el sapo, la pedrada.

   La  necesidad de la gente, principalmente de la que está identificada con el candidato contrario empieza a ser vulnerada con dinero, “ya ves, solamente tienes que depositar esta boleta en la urna y traernos la que te den en blanco y acá te damos tu dinero, ándale, no seas pendeja (o), aprovecha, porque ellos nunca te han dado nada y si aceptas el trato, te regresas a tu casa con algo de dinero para que compres de comer para tus hijos”, es uno de muchos argumentos que utilizan los defraudadores electorales.

   Otra manera de hacerse de boletas en blanco es formando primero a sus seguidores y estos en lugar de depositar las boletas, dejan caer dentro de las urnas papeles en blanco y ya las primeras boletas se utilizan también en la operación carrusel, como lo hicieron ahora comprando el voto ciudadano, solo que en la pasada elección hubo un pequeño detalle que evidencio toda la transa que hicieron en la mayoría de las casillas porque no coinciden en muchos casos el numero de boletas que hay en cada casilla con el numero que resulto al final de la fraudulenta elección municipal.

   Hay casillas donde la lista nominal de electores es de 600 votantes y al final de la jornada hicieron falta hasta doscientas en algunos casos, lo cual según los conocedores del derecho electoral esto no representa un delito porque la ausencia de las boletas no afecta a ninguno de los candidatos, pero en algún lugar deben de estar esas boletas y aquí otro de los temas que se plantean para anular la elección, la sobre exposición de muchas casillas donde el numero de boletas al final de la jornada electoral fraudulenta, superó el número que debería haber en las casillas, las famosas urnas embarazadas, el exceso de confianza, la torpeza de los que operaron la elección la ensució de manera evidente que hacen imposible aceptar el resultado final porque deja en claro que todo ha sido un fraude electoral.

   Un fraude burdo, que no debe permitirse, que no debe prosperar porque de no tomarse las medidas pertinentes para evitar que con dinero como el que ahora se sabe se metió en la campaña, se pueda comprar una elección y se deje al garete la voluntad popular para elegir a sus autoridades, que ahora se sabe, es superada esta voluntad con la compra de conciencias, con la compra de boletas, con la compra de estructuras electorales y  con la compra de autoridades del proceso electoral.

   Dejar pasar todo esto, significaría que así como se cometió el fraude a nivel local, se podría escalar esta situación hasta la madre de todas las elecciones y dentro de cinco años más o menos, los dueños de los grandes capitales podrían confabularse para poder llevar a un candidato a la presidencia del país o podría darse otro escenario que podría dar paso a una campaña que diría, el chapo para presidente.

   Ojala alcance al tribunal estatal electoral y al TRIFE la decencia para no salir con un veredicto vergonzoso y de a la ciudadanía la oportunidad de que sea la democracia plena la que impere en cada proceso electoral y de un castigo ejemplar a los mapaches que se empeñan en cambiar el cauce de los procesos limpios, transparentes y pondere el mandato ciudadano por encima de los intereses económicos de grupos de poder que buscan tan solo el poder para sus intereses personales y no para servir a la ciudadanía, a la comunidad.

   Que las instituciones encargadas de velar por los derechos de los ciudadanos cumplan su función y no vulneren la participación democrática ciudadana, que esta vez esta planamente demostrado, fue avasallada por el fraude electoral.

 

  

  

 

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*