“TENGO UN SUEÑO”

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* Bahías de Huatulco. Noviembre 15 de 2004.- El escritor Andrés Henestrosa  considera que si alguna hazaña intelectual  quisiera atribuirse, sería el aprendizaje de la lengua española.

“Porque yo hablaba exclusivamente lenguas indígenas hasta los 15 años, eso no quiere decir que no supiera algo de español, pero lo sabía tan mal, que más valía no saberlo, de modo que he dedicado mi vida a aprender el idioma castellano, toda mi vida, porque el hombre es del idioma que habla, si tu no hablas el idioma de tú tierra, no eres de ese lugar, eres de otra parte.

Yo aprendí el idioma en los diccionarios, en las clases, aprendí el español leyendo libros, he leído por miles, no para saber cosas, sino para aprender la lengua española”.

El escritor de 98 años de edad, recostado en una silla de playa, frente al mar de este lugar accedió a la entrevista. Con los años a cuestas, esta vez lo acompaña su hija Cibeles Henestrosa Ríos quien le repite las preguntas del reportero, pues el escritor Ixhuateco ya no escucha bien, aunque su memoria y lucidez son  sorprendentes.

Del trabajo más sobresaliente que haya realizado, recuerda el trabajo realizado en el libro “los Hombre Que Dispersó  La Danza” que fue escrito en 1927 y publicado en 1929.

Una obra en la que “recojo todas las leyendas, los mitos, las fábulas del antiguo mundo zapoteca, de una parte, la que toca al zapoteca de Tehuantepec”.

Andrés Henestrosa, recuerda que a la Edad de 17años escribió su primer artículo aunque este, confesó, fue “casi, casi copiado, calcado por no decir plagiado, de un gran escritor español llamado Ramón María Del Valle Inclan, sobre la lluvia. Entonces como yo comprendí que eso era un delito, me puse a escribir para corregir ese delito y me hice escritor o creo que me hice escritor, yo soy principalmente un periodista, no me vas a creer pero yo he escrito  diez mil artículos, durante mucho tiempo de eso viví, de lo poco que me pagaban los periódicos”.

Una nueva pregunta y el escritor visiblemente cansado, aunque muy tranquilo responde que realizar un sueño depende muchas veces de fuerzas ajenas a nosotros que nos ayudan a cumplirlo, pero soñar eso son exclusivos de nosotros, lo que queda es luchar por realizar los sueños, algunos los realizan y otros se mueren sin haberlos realizado.

“Yo tengo 98 años, me quedan dos para escribir un pequeño libro que pienso desde hace 80 años, a ver si lo logro escribir, lo escribo en un mes”.

Después, recuerda que hay un libro famoso en Argentina que se llama “Martín Fierro de José Hernández, lo platicó 40 años y un día en un hotel en que la tiranía de Rosas lo recluyó, ahí escribió en ocho días lo que había pensado en 80 años, no es el caso, pero un día de estos me siento y escribo unas 50 paginas de un librito que he pensado muchas veces y que se llamaría  Años, engaños y desengaños”.

Del premio Nóbel de literatura, de su sueño con este premio, dijo que eso es muy difícil, eso lo “tubo Octavio Paz y lo ha obtenido Carlos Fuentes, se puede ganar con un poema, con un articulo y no con treinta, pero de repente, un día lo saco”, después, risas del reconocido escritor Oaxaqueño que visitó y descanso en  las Bahías de Huatulco.

De su relación de amistad con presidentes de la República, asegura haber sido amigo de todos, pero del actual, aunque fue su compañero de cámara en una de sus tres ocasiones que fue diputado federal, no.
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Recordó a Gustavo Díaz Ordaz como un hombre difícil, “pero mi más grande amigo fue Adolfo López Mateos, no solo el presidente, sino mi gran amigo. Ese me había ofrecido el gobierno de Oaxaca, pero se enfermó y las cosas quedaron en manos del Chino Romero y Moreno Sánchez que hicieron con esa herencia lo que quisieron y yo me fui descartado”.

Del  actual presidente de la República, Vicente Fox Quezada, externo, “Con el, ni me gusta que sea presidente de México, para mi, es ajeno a nuestra historia”.

De las elecciones del 2006, el escritor asegura que el PRI va a volver al poder,”porque por un tonto error, el odio al Partido Revolucionario Institucional, se aliaron y salió presidente Fox que no tiene que ver nada con nosotros.

Cuestionado en el sentido de si no le gusta como gobierna el presidente Vicente Fox Quezada, respondió un tanto molesto que “él es un ranchero español”, después nada más.

Del gobernador electo del estado, dijo que “Ulises (Ruiz Ortiz), es un hombre joven, moderno, ya pertenece a otro tiempo de nuestra historia, sin olvidar la historia vieja porque la historia no se interrumpe, es una cosa continua. Yo tengo mucha esperanza de que haga un buen gobierno, lo importante es poderse sacudir a los antiguos políticos que lo tienen ya sitiado”.

De su paso por la política recordó que ha sido senador de la República y diputado federal tres veces y embajador extraordinario, en ese sentido “no me debe nada Oaxaca, yo le debo todo, pero me gustaría vivir para ver que es lo que va a  pasar con Ulises –y reitera-  yo tengo esperanza de que haga un buen gobierno, hasta donde lo dejen los partidos que son opositores.

Andrés Henestrosa, de buen humor accede a responder más preguntas, aunque de pronto parecía que ya no seguiría por lo pausado de su hablar y porque el cansancio se refleja ya en su rostro.

De la juventud dijo que esta la constituye “de modo principal, un sueño por realizar, un joven sin esperanza, un joven que no tiene un sueño muy hermoso que cumplir, no es tan joven”.

De la esperanza que es una palabra que “viene de esperar, es la espera de cumplir con un sueño, con un imposible y eso alimenta la vida y le da sentido, lo otro es vegetar. Es la esperanza de cumplir un sueño, un sueño más grande del hombre, hay gente que     quiere tener un coche como esperanza, es muy fácil, lo tiene y se acabo, pero que él sueño, en mí caso, escribir cien paginas inmortales, muy difícil, pero hay que vivir con esa esperanza de poder hacerlo.

En mi caso, repito, es escribir unas 20 paginas antes que me muera, que yo cuente donde nací, como fue mi niñez, cual fue el sueño de mi vida y que fue lo que pude cumplir, eso se cuenta en cien paginas, yo he escrito 20 mil paginas, perece mentira, pero he hecho artículos diarios desde 1938, mínimo uno al día.

Escribo a mano, lo que esta en maquina no es nuestro, es ajeno. Cuando lo escribes a mano, parece que a través de la mano pasa el corazón del hombre y se convierte en palabra”

De la muerte, se le preguntó si le tiene miedo y si esta preparado para ese momento, la respuesta fue inmediata.

“Le tengo terror, hay noches que no quiero dormir por temor de no despertar, me gusta mucho la vida, me encanta, pero tiene fin, como dice un viejo dicho español, -el hombre nació para morir- puede dejar de hacer muchas cosas, lo único que no puede evitar es morir”.

De lo que avergüenza a Andrés Henestrosa y lo hace sufrir, cuenta a punto de las lagrimas, es “que un niño en una tienda fue a comprar un libro que valía diez pesos y el nada más tenía ocho, me arrepiento de no haber dicho aquí están los dos que faltan y los tenía yo de sobra, nunca más volví a ver aquel muchachito, bueno dijo, voy a ver si consigo los dos que faltan, deje el dinero ahí, nunca volvió”

Reponiéndose de sus recuerdos rompe el silencio y añade con picardía levantando el dedo índice.

“De no haber querido a las mujeres como debí, con todo el alma –una pausa y confiesa- no tengo mayores pecados, no creo en dios, pero cuando él me llame, estoy presto, no tengo equipaje, no tengo nada, una mortajita, ¡listo!.

Retomando el tema de las mujeres añade: “Uno puede tener muchas amigas, inclusive mujeres, pero hay una para cada  quien cuando nació y finalmente la encuentran, yo la encontré y puedo decir que cuando ella murió, morí yo también, aunque siga aquí vivo y hablando, es lo mejor que dios hizo para sus hijos, hay que quererlas, nos soportan, nos perdonan, nos cuidan, nos preparan la comida pobre pero preparada por sus manos es rica ,es el mejor alimento, yo no se como un hombre puede pelearse con una mujer.

Si la mujer levanta la voz, tú le dices, si mamacita, lo que tú digas, ¡para el pleito!, pero si tú contradices, continua la pelea.

Eso desgraciadamente lo aprende uno tarde o no lo aprende”.

Recuerda a su esposa, Alfa Ríos Pineda, Juchiteca, “indígena pero muy distinguida de ademanes, de conducta, una mujer incapaz de una trampa, una mentira, de una ventaja, un día amaneció muerta, de eso hace diez años, esta enterrada en el panteón Francés, siempre que paso entró, le llevo una hojita verde si no puedo comprar flores y se la pongo en su tumba y platico con ella, a veces la sueño, pero nunca muerta, siempre la he soñado viva, ella me hizo, me levantó de la media calle y me cuido, por ella trabaje, yo no quería trabajar pero un día me dijo…Yo había tenido muchos tratos con señoras de muchas partes, pero nunca me dijo nadie que estuviera en cinta, cuando ella me dijo, le dije, ¡no puede ser!..¿No?, ¿Por qué no?, me dijo,  yo soy doctora, se lo que estoy diciendo y nació Cibeles exactamente al año de casados.

Como vez, no se porque nació, porque yo estaba seguro que no engendraba, tal vez las señoras no me lo decían para que no huyera yo”…

Después nos despedidos entre risas y saludos del escritor Oaxaqueño, Andrés Henestrosa.

* Entrevista realizada en la playa del hotel Barceló de Bahías de Huatulco el 15 de noviembre del año 2004.

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