Oscar Rodríguez
Luego de ser exhibido en las redes sociales que el Auditor Superior del Estado, Carlos Altamirano Toledo propinó una golpiza a su cónyuge Dalia Báez Arenas para impedir que ésta denunciara una serie de irregularidades que el funcionario realiza ante el organismo que representa, la dirigente del Colectivo Huaxyacac, Jésica Sánchez Maya exigió la destitución del servidor público al que calificaron de «misógino»
En una entrevista, Sánchez Maya criticó que el Gobierno del Estado cuente con funcionarios que tienen antecedentes de violencia intrafamiliar y pidió una depuración de los mismos ya que durante años, en Oaxaca, se ha mantenido una permisibilidad e impunidad ante los casos de agresión en contra de mujeres en la entidad.
“Durante años hemos evidenciado que por este Gobierno han pasado servidores públicos a la fama, pero no precisamente por su trabajo, sino por ser los principales impulsores de la violencia hacia las mujeres”, indicó.
Como ejemplo, Jésica Sánchez Maya, citó al ex diputado local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Ricardo Dorantes Morteo quien propinó una golpiza a su ex nuera Leticia Ortiz Pelaez o el Subseretario del campo Lenin López que se niega a pagar pensión alimenticia a su menor hijo.
“El Colectivo Huaxyacac junto con otras organizaciones hemos alzado la voz para exigir cero tolerancia ante la violencia contra las mujeres, además pedimos tanto al Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial que no contraten a funcionarios que tengan antecedentes de violencia”, reiteró.
Sánchez Maya dijo que si las autoridades buscan generar una campaña de la no violencia hacia las mujeres, pues deben empezar por hacer una limpieza en el gabinete gubernamental.
La activista comentó que de enero a la fecha se han disparado los feminicidios en la entidad oaxaqueña, tan solo en los tres años del Gobierno de Gabino Cué se han contabilizado 284 asesinatos en contra de mujeres que la mayoría no han sido esclarecidos.
Jésica Sánchez Maya fue insistente al exigir el cese de Carlos Altamirano Toledo por incurrir por segunda ocasión en una agresión física y verbal en contra de su esposa Dalia Báez.
“Para erradicar con la violencia debe haber una cultura que vaya más alla del castigo a los agresores, no podemos seguir permitiendo que los hombres agredan a quienes les dieron la vida, subrayó.
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